20- I H S A S

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Los años pasaron con rapidez, concretamente, 5 largos y duros años.

La vida de Ozman tomó una rutina, una rutina en la que se encontraba su libertad y al mismo tiempo su atadura. Estudiar, trabajar y comenzar con su proyecto. Era demasiado para cualquiera y gracias a eso termino varias veces iendo a urgencias sintiéndo como si aquellos fuesen sus últimos momentos, estuvo cerca de dejarlo todo. Cerca de tirar la toalla, pensó muchas veces en retirarse a su pueblo y hacerse granjero. Muchas veces tuvo las ganas de quedarse en su casa, encerrado, llorando en soledad.

Estaba cansado, muy pocos lo sabían, pero estaba cansado.

Su única forma de arreglar aquello, era rezando sus 5 rezos diarios, acercándose a allah y siempre pedir ayuda a su creador. Se tranquilizaba sabiendo que estaba teniendo su parte del examen de esa Dunia, sabía que tenía que seguir por ese camino y que pronto tendría su recompensa. Tal vez no ahora, ni mañana, ni dentro de unos años. Tal vez dentro de 5 o de 10 o incluso dentro de décadas.

Sabía que merecería la pena, por eso se convirtió en la persona más paciente que jamás creyó que sería.

Habia dejado al antiguo Oskar en un rincón de su ser y se había convertido en alguien que debía ser, alguien fuerte e intimidante, alguien de palabras claras, de decisiones rectas y de acciones fuertes. Se había convertido en todo un líder y para eso debía de dejar muchas cosas de su antiguo ser, como la usual dulzura de la que tanto se caracterizaba, su suavidad y su tranquilidad.

Era algo que aún mantenia, pero que solo mostraría a las personas indicadas.

Pronto se encontró rodeado de personas que no deseaba, de personas que no eran las correctas y de personas a las cuales no necesitaba. Aprendió a descartar, a aceptar y a añadir a las personas a su círculo social.

Así se formó el nuevo Ozman Nielsen, 27 años, un ingeniero empresario conocido en el mundillo, pocos lo conocían personalmente y muchos sabían de él.

Un hombre que todos querían, tanto para sus vidas dentro del trabajo, como sus vidas dentro de lo personal, cualquier empresario o empresaria desearían tenerlo como socio y cualquier mujer con dos dedos de frente lo desearía como esposo.

Era deseado y el mejor que nadie lo sabía...

—Salam Alaykom —saludo Ozman cuando entro a la casa de Anouar donde se juntarian sus amigos y el a cenar. Cada mes uno invitaba a todos a cenar, ese día tocaba a Anouar cuyo primer bebé recién había nacido.

—Alaykom asalam —saludaron todos a su vez.

—¿Donde está la princesa de la casa? —pregunto Ozman emocionado por ver a su pequeña sobrina.

—Durmiendo con Hafsa, llevan un día de dormir 24 horas —dijo Anouar divertido

Ozman asintio sonriendo con ternura.

Se sentaron en el salón a hablar juntos sobre temas triviales, hablando de todo en general, desde sus vidas profesionales hasta sus vidas privadas.

—¿Os invito Akram a su boda? —pregunto Adam curioso

—Si, llamo hace unos días

—A mi también, no se si podré ir, tal vez solo le mande un regalo —dijo Ozman tomando otro vaso de té.

—Yo tampoco creo que pueda ir, aun estoy liado con los papeleos del bebe, es mucho más complicado de lo que creí —se quejo

Adam sonrio divertido viendo a su hermano comenzar a sufrir los problemas de paternidad.

—Recuerdo cuando te reías de Fahd —lo señaló divertido —Todo vuelve Anouar

El refunfuño masajeando su sien cansado

D U N I ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora