13- N A S I H A

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Nour moldeada los dulces con las manos ante la atenta mirada de las hermanas y los azules ojos de Oskar. Sonreía divertida porque los tres la miraban con atención como si estuviese haciendo algo increíble, cuando solo moldeada la masa y le ponía pequeños trozos de chocolate.

—¿Y les podemos poner Cacahuetes? —pregunto Lena.

Nour asintio mientras Oskar miraba a la niña pequeña con decepción.

—Mejor les ponemos nueces, a nadie le gustan los cacahuetes —nego volteando a ver a Nour.

—Asi están bien, no los destroceis con eso —dijo Lina a la defensa.

Nour río divertida mientras dejaba el último dulce en la lata.

—Lina tiene razón, en este tipo de masa no quedan bien los frutos secos —explico —Pero... podemos probar con dos o tres dulces.

Oskar y Lena sonrieron emocionados.

Nour los miro con cariño.

—Que hay del bizcocho? —pregunto Lina volteando a ver el horno —Huele hermoso, y me están dando ganas de comer

—Lo se, dale unos minutos más, lo que si creo que están listos para comer son las galletas de caramelo.

Nour miro con gracia como los tres se emocionaba, las niñas Corrieron hacia la bandeja de galletas mientras Oskar las seguía igual de emocionado como si fuese un crío más.

Esa tarde Maria le pidió a Nour que hiciese una tanda de galletas y dulces marroquíes para regalar en la tienda de productos naturales que tenían en Oslo, ella acepto gustosa y mientras hacía los dulces Lena y Lina le pidieron un bizcocho. Se quedaron toda la tarde con ella mientras intentaban ayudarla a hacer algo. Oskar apareció cuando iba por la tercera tanda de dulces, Harald le había pedido que arreglase las tuberias del techo porque parecía que un pájaro puso su nido ahí. Cuando terminó no pudo evitar escabullirse en la cocina y sin que nadie lo viese tomar tres dulces de sémola. Lena y Lina lo pillaron con las manos en la masa y gritaron como si no hubiese un mañana.

La escena fue graciosa para Nour, pues vio como las dos niñas se tiraban sobre ese landronzuelo sin compasión alguna.

Nour no se quedó callada y le echo la bronca  para seguir la corriente a las niñas que realmente se enfadarnos con el.

—Eres un ladrón —repetia Lena una y otra vez.

—Un ladrón —decía Lina a su vez.

Oskar volteo a ver a Nour pidiendo compasión pero ella negaba con la cabeza divertida.

Como castigo le hicieron lavar los platos y así es como se unió a esa tarde de hacer dulces.

—¿Que tal están? —pregunto Nour curiosa después de ver a los tres darle un mordisco a los dulces de caramelo.

—Es lo más rico que he comido en la vida —dijo Lina emocionada

—Es como si estuviese comiendo una manzana de caramelo —Lena saltaba emocionada dando otro mordisco a la galleta.

Nour volteo a ver al mayor que miraba las manos de Nour como si fuesen lo más hermoso del mundo

—Besaria esas manos por lo que queda de mi vida, ¿Como es posible que seas tan buena haciendo dulces? —dijo sorprendido —Estas a otro nivel Nour, deberías plantearte abrir una pastelería, seguro que tendrías mucho éxito

Nour río divertida —De echo, mi familia tiene una pastelería.

Oskar se sorprendio gratamente

—En Glasgow, mi ciudad en Escocia, es bastante famosa ahí, mi madre es la encargada por ahora, pero tiene planteado dejárselo a mi hermano Bilal, es un increíble pastelero, hace una startas riquísima y ni te cuento de los dulces, están a otro nivel.

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