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Solté un suspiro cansado antes de entrar a la mansión de los Lockwood.
Dentro habían muchas personas, pues hoy era la organización para la mascarada de mañana, y como cada año, todo el pueblo ayudaba a organizar el lugar.
La verdad era que yo no tenía muchas ganas de venir, principalmente porque no tenía ganas de toparme con Mason después de lo que había ocurrido ayer, pero Matt había insistido en que lo acompañara, así que aquí estaba.
— Alice, cariño, que bueno verte. — dijo Carol Lockwood llegando a mi lado, tuve que poner de todas mis fuerzas para no rodar los ojos ante su hipocresía— Necesito que lleves está caja afuera, ten.
Me pasó una caja llena de decoraciones, me dió una corta sonrisa y se fue rápidamente. Yo suspiré y no tuve otra que hacer lo que pidió.
Salí al patio delantero y dejé la caja sobre una de las mesas. Estuve a punto de volver a entrar, pero me detuve cuando ví a Bonnie venir también con una caja. No había tenido mucho contacto con ella estos días, tanto porque había estado demasiado ocupada como que ella había querido un tiempo a solas, lo cual era entendible.
— Estás aquí. — sonreí.
— Aquí estoy. — suspiró y comenzó a mirar en distintas direcciones, como si buscará algo.
No tardé en entender lo que hacía, por lo que desvíe la mirada.
— Caroline no está aquí. — murmuré y ella volvió a mirarme.
— Debía asegurarme. — se excusó y yo suspiré.
— Sabes que algún día tendras que volver a verla, ¿No?
— ¿Podrías hacer menos obvio de que lado estás? — bufó y yo fruncí el ceño.
— No hay lados, Bonnie, se supone que somos amigas. — dije y ella rodó los ojos.
— Por favor, Alice, desde que Caroline se hizo vampiro a penas nos vemos. — suspiró— Perder a Caroline fue horrible, no creí perderlas a ti y a Elena también.
— No nos has perdido, jamás lo harás, Bon. — baje la mirada— Es solo que estos días han sido muy ajetreados. Con la llegada de Katherine y todo lo que va pasado últimamente... Ya casi no hay tiempo de nada.
Ella me miró unos segundos y luego negó con la cabeza para seguir decorando sin mirarme.
— No te entiendo. — dijo luego de unos segundos— Después de todo lo que los vampiros han hecho, lo que nos han hecho, ¿Por qué sigues de su lado?
Me quedé callada, no sabía muy bien como responder a eso. ¿Por qué seguía con ellos? No lo sabía. Tal vez era por Elena, o por Caroline, tal vez era la adrenalina de estar siempre en peligro, o tal vez... Tal vez era Stefan.
