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Estábamos todos reunidos en la sala de la mansión Salvatore, y con todos me refiero a Elena, Stefan, Damon y yo, escuchando atentamente como Elijah les explicaba a los demás lo mismo que a mi hace unas horas.
— Hoy hay luna llena, Klaus debe estar preparandose para romper la maldición. — comentó el trajeado.
— ¿Y por qué dejaremos que la rompa? — cuestionó Damon de modo altanero— Hay que matarlo hoy. Con ella y Bonnie.
Hizo una seña hacia mi y yo me removi en mi lugar, incómoda. Todo lo que Elijah me había dicho sobre mi hace unas horas aún seguía rondando mi mente, por más que tratara de evitarlo.
— Damon. — advirtió Stefan.
— No, ellas no lo harán. No pueden usar tanto poder sin morir. — negó Elena, y cuando vio que Damon hacia un ademán de volver a hablar, ella lo interrumpió— No es una opción, Damon.
— ¿Cómo rompemos la maldición? — cuestionó Stefan una vez su hermano se quedó callado.
— El ritual es bastante sencillo, me parece que ya conocen los ingredientes. — murmuró paseándose por la sala— Una bruja canalizara el poder de la luna llena para liberar el hechizo que está en la piedra de luna. Luego Klaus, un licántropo y vampiro, sacrificara a uno de cada especie.
— ¿Y yo dónde entro? — cuestionó Lena, tratando de ocultar su miedo, pero yo sabía lo asustada que estaba, así que tomé su mano y le di un suave apretón para darle mi apoyo.
Elena me sonrió y volvimos la vista a Elijah.
— Es la parte final del ritual. — comentó tomando una caja antigua de la mesa— Klaus debe beber la sangre del doppelganguer hasta el punto de la muerte.
Todos nos quedamos en silencio unos segundos, procesando la información. Miré a Elena, quien tenía la mirada perdida en el suelo. Estaba asustada, y odiaba no poder hacer nada para que ella no tuviera que pasar por eso.
— ¿Es ahí cuando me salvarás? — preguntó Elena volviendo a mirar a Elijah.
El original nos había dicho que el tenia una forma de salvar a Elena y mantenerla humana aún después de la muerte. Así que todos lo miramos atentos, esperando a que Elijah nos iluminará con su grandioso plan.
Elijah abrió la vieja caja entre sus manos y de ella sacó un frasco de aspecto antiguo, el cual contenía líquido dentro.
— Este es un elixir que adquirí hace 500 años para Katerina. — suspiró nostálgico mientras todos lo veíamos incrédulos— Te dará ciertos poderes de resucitación.
— Así que yo moriré... — murmuró Elena tragando saliva.
