LIGHT A FLOWER ⸊ˎA. Skywalker

33. ANAKIN

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Capítulo XXXIII
❝ Atascados ❞
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Sus pensamientos se habían vuelto suaves y sombreados una vez que la evacuación parecía haber llegado a su fin y, salvo por aquellos que habían optado por quedarse en la nave; se esperaba que los demás estuvieran fuera de cualquier peligro.

Poco sabía, pues sólo habían transcurrido unos instantes en sus respectivas cazas estelares cuando Anakin y Windu fueron informados de la desaparición del grupo de cadetes clon durante la caótica evacuación.

Ninguna evacuación era elegante y ordenada, por más que la intención fuera que sucedieran precisamente de esa forma. Pero, aunque el caos era de esperarse, realmente se intentaba lograr la evacuación con cierta cantidad de sintonía y eficacia. Perder una cápsula de escape no era sólo poco común, sino también una falta inaceptable cuando no habían estado bajo ataque y en medio de una batalla.

La capsula de escape de los cadetes se había vuelto invisible para todos sus radares, y encontrarlos se volvió una preocupación principal.

En medio de la sombría situación, la buena noticia era que los cadetes no podían estar demasiado lejos de donde sucedió el accidente. Las cápsulas del Resistencia fueron diseñadas para viajes no muy largos, siendo sólo capaces de llegar a la nave de rescate o a un planeta vecino.

Fue cuando se inició la búsqueda de los cadetes que Anakin se encontró sin comunicación alguna con el almirante y el resto de la tripulación que se quedó a bordo del crucero, lo que sólo podía significar que habían entrado a la atmósfera de Vanqor.

Ya nada dependía de ellos ni de nadie, los hombres estaban a merced de la voluntad de la Fuerza.

Y no podían preocuparse más por ellos. Las decisiones estaban tomadas, y los que decidieron quedarse lo hicieron con una convicción inquebrantable, porque creían que su sentido del honor les obligaba a ello. Regalarles segundos pensamientos a su inminente caída era sólo una forma de tortura mental. Sobre todo cuando se vieron inmersos en la búsqueda de los cadetes.

Como se esperaba, a ellos no les tomó mucho tiempo ubicar la cápsula de escape perdida.

La cápsula se encontró abandonada en medio del delicado tapiz del cosmos, suspendida en un estado de tranquila quietud, sin líneas de peligro y sumidos en un silencio que parecía el eco de la resignación de los cadetes que habían renunciado a toda esperanza de rescatarse a sí mismos. No hubo deshonor en recibir ayuda.

En el momento en que lo vieron acercarse, los jóvenes cadetes habían saludado a Anakin con entusiasmo, un tipo de entusiasmo diferente al que habían expresado antes cuando se presentó ante ellos en compañía de Lysandra y Windu. Fue más un sentimiento de alivio lo que los invadió en lugar de emoción.

No logró comunicarse con ellos desde su caza estelar, la cápsula de escape y los pocos comandos con los que estaba equipada seguían descompuestos, y así permanecieron todo el camino hasta que los entregó a la nave de rescate que los absorbió en su interior con asombrosa rapidez.

No se sintió particularmente liberado de todo tipo de pesar incluso entonces. Anakin sintió que esto no había terminado, principalmente porque todavía tenían que encontrarse con el final del Resistencia.