LIGHT A FLOWER ⸊ˎA. Skywalker

41. ANAKIN

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Capítulo XLI
❝ ¿Rescate? ❞
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La vista era tal cual Anakin la recordaba: carente de cualquier aspecto que se pudiera considerar remotamente agradable.

Florrum no era más que un montón de arena cuyo tono dorado irradiaba un intenso calor, mientras que la base pirata, donde Obi-Wan y Anakin habían sido tomados como prisioneros, permaneció inalterada, y seguía siendo la misma estructura mal colorida que había sido la última vez que había pisado el planeta.

La arquitectura de la base pirata se constituía de la forma de una pequeña aldea, con una plaza si sólo se le veía de lejos, pero de cerca era más parecida a una prisión clandestina debido a sus muros y a su seguridad.

Su estructura no era en vano, después de todo, los piratas buscaban guardar sus tesoros lo mejor que podían, y a veces esos tesoros tenían manos y piernas para intentar huir por sí mismos.

Su propósito también iba más allá de la estética.

Esta vez, al menos, Obi-Wan y él no estaban encadenados a Dooku.

Aunque Obi-Wan tampoco estaba cerca, lo cual él no logró decidir si era un alivio o algo de lo que lamentarse. Al final, Obi-Wan y él formaban un dúo excepcional, incluso si a menudo tenían opiniones divergentes, sorprendentemente, los resultados solían inclinarse a su favor.

Anakin no tenía reparo ni mortificación alguna por llegar directamente a la base pirata a pesar de sus experiencias pasadas allí. Pero ese no había sido el mismo pensamiento que Windu tenía sobre qué hacer y, lamentablemente, él y Plo Koon congeniaron una vez más en cómo avanzar con su plan.

Se dividieron como se había previsto en un comienzo.
Windu y Anakin dirigían a los hombres de la Legión 187, y Plo Koon y Ahsoka viajaban por su cuenta en sus cazas estelares.

La vista de una enorme nave debería de haber bastado para despertar incluso a las formas de vida más insignificantes de este planeta arenoso. La estructura de su nave era feroz como lo había sido el Resistencia antes de su terrible final.

Nadie aquí tenía la intención de pasar desapercibidamente.

      —¿Han notado alguna novedad, Maestro Plo Koon? —preguntó Anakin con cierta inquietud, incapaz de deshacerse del sentimiento a pesar de sus esfuerzos. Tenía el presentimiento de que ese sentimiento no se iría hasta que tuviera a Lysandra delante de él, sana y salva.

El comunicador hizo el gruñido de una bestia antes de atacar, despertando y atrayendo sus sentidos.
      —Vemos un enfrentamiento entre naves espaciales. Estamos situados un poco al este, no tan lejos de ustedes, es difícil perder el espectáculo.

      —¿Un enfrentamiento? —repitió. La mente de Anakin estalló en conclusiones precipitadas—. Podrían estar involucrados la Princesa y el resto de los rehenes.

El Maestro Windu pasó por alto su comentario, tomando un enfoque diferente y actuando con más tranquilidad de la que cualquier otro podría manejar dada la situación.

Windu había tenido una discusión con el Senador Organa, quien, para sorpresa de nadie, estaba furioso.

Fue una vista extraña, seguro, porque el Senador era un hombre tranquilo, pero anteriormente ya había demostrado ser alguien con un carácter muy fuerte y terco cuando se trataba de su única hija.

Al parecer, al Virrey le había costado bastante convencer a a su esposa de permanecer en Alderaan hasta recibir noticias, sumándole el echo de que recibió algo de ayuda de su Consejo Real, y sin embargo, no había funcionado más que por un rato, porque la Reina estaba de camino a Coruscant, y era poco probable que llegara sin compañía a la sede de poder de la República.