Capítulo 6: El pasado

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Narra Desmond

Me remuevo al sentir dolor en mi brazo y abro mis ojos, pero una respiración a lado mío es la que roba mi atención, me doy cuenta que su brazo se encuentra sobre mi pecho y la muevo para levantarme lo antes posible, no entiendo qué ha pasado, mi cabeza duele como si fuera a explotar, pero aún así es más molesto mi brazo

—¿Cómo te sientes?— escucho su voz y me levanto de la cama

—Mejor, pero no recuerdo bien que ha pasado anoche— la veo estirarse y sentarse sobre la cama

—Te he curado esa herida y tuviste calentura, creo que ya estás mejor— asiento y veo mi cuerpo, supongo por eso no traigo mi camisa puesta

—Mi celular ¿lo has visto?— niega y se levanta acercándose tanto a mi que doy un paso hacia atrás, ella lo nota y me mira a los ojos

—Solo revisaré tu herida antes que pongas tu camisa— asiento y toma mi brazo, su contacto me hace sentir bien, es una sensación cálida y terminó por bajar la guardia mientras observo su rostro a detalle

—Sobrevivirás— aquello me provoca reír y me mira de inmediato, pero en segundos quita la mirada de la mía

—Supongo hay más cosas en el carro, necesito hacer unas llamadas y nos vamos— terminó de abrochar mi camisa y la veo esperando que diga algo, pero solo me observa con un dije de molestia

—¿Sucede algo?— le cuestiono

—Sabes que aún no puedes manejar así, no sé siquiera si está bien cocida tu herida y no quiero arriesgarme hasta que estés realmente bien — aquello me hace dar cuenta que se preocupa por mi y es entonces que recuerdo lo que ha pasado anoche

—Mira anoche yo no estaba en mis cinco sentidos, pero tienes que entender que yo no soy un hombre con quien tú puedas tener algo, no tienes idea de lo que he hecho y lo que soy capaz de hacer, soy un monstruo Selene y tu no necesitas más sombras en tu vida— la veo bajar la mirada por unos segundos, pero después de eso se acerca y toma mi mano con las dos de ella

—Yo soy quien decide lo que quiero en mi vida, no eres el único con un pasado oscuro, todos somos mitad ángel y mitad demonio Desmond— trago el nudo en mi garganta y siento mi corazón latir con fuerza dentro de mi pecho

—Pero si en realidad no me quieres en tu vida, no regreses ahora que salgas— suelta mi mano y me quedo ahí parado sin decir ni saber qué hacer

Narra Selene

Siento mi cuerpo temblar y mi corazón latir a toda velocidad al haberle dicho aquello, se que aún se encuentra parado dónde mismo y no quiero voltear a mirarlo aunque podría ser la última vez, hasta que escuchó la puerta cerrarse y vuelvo a respirar.

Hago cosas absurdas perdiendo el tiempo, se que ya han pasado muchos minutos y que probablemente no lo volveré a ver, las esperanzas comienzan a abandonar mi cuerpo y me siento sobre la cama sintiéndome perdida de nuevo, la sensación de ahogo comienza a sofocarme, se que es cuestión de tiempo para comenzar a desbordarme en llanto, pero es entonces que escuchó la puerta abrirse, me levanto casi enseguida y veo nuevamente esos ojos negros

—¿Crees que podrías manejar?— solo dice eso y mi corazón vuelve a latir

—Por supuesto— lo veo sonreír está vez sin discreción y comenzamos a recoger las cosas que hemos traído...

—Yo te iré diciendo por dónde, cuándo estés cansada bajamos a comer algo— sonrió y comenzamos de nuevo, pongo algo de música y entonces me mira fijamente

—No quiero que haya tanto silencio— me sincero

—Podemos hablar — volteo a mirarlo sorprendida pues no esperaba que dijera eso y él sonríe señalando hacia enfrente

Amor en la Oscuridad | Michele Morrone (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora