Capítulo 25: Epílogo

77 2 0
                                    

Narra Selene

Han pasado ya 7 meses desde que conocí el infierno en carne propia, se que todos hemos intentado sobreponernos a la pérdida, al dolor, al cambio y aceptar esta nueva oportunidad que la vida nos ha regalado, pero sabemos que siempre existirá esa cicatriz por dentro de cada uno de nosotros. Por que Ramsés se encargó de ello, ahora se que Desmond y su madre tomaron la mejor decisión al dejar su cuerpo en aquel basurero y quemar todo aquel lugar con la ayuda de Johnson quien ahora ha tomado el lugar que Desmond siempre rechazo, sé que eso de una u otra manera les devolvió la libertad que siempre estuvieron buscando.

Yo he aprovechado cada minuto a lado de Desmond y ambos nos hemos acompañado en el dolor de la pérdida de nuestro primer hijo, aún no se como es que salimos de ese hoyo profundo de tristeza, pero hemos ido avanzando juntos desde entonces, yo se que jamás volveré a soltar su mano y estoy segura de que el tampoco lo hará, porque aunque antes el amor que sentía por él era como una descarga eléctrica en mi pecho, hoy puedo sentirlo en cada límite de mi cuerpo.

Entre tanta oscuridad que nos abrazó por tanto tiempo, finalmente hemos encontrado una luz a la cual aferrarnos, es seguro que ambos hemos cambiado, pero realmente esto nos ha hecho más fuertes y nuestro amor se ha vuelto inquebrantable, después de todo ambos vivimos el infierno en carne propia y logramos salir de ahí.

Hoy admiro al hombre en el que Desmond se ha convertido, creo que saber que su padre se ha ido finalmente lo ha liberado de ese mundo oscuro y perverso en el que pensaba que pertenecía, aquel peso ha dejado sus hombros y ahora es usual ver su bella sonrisa la mayor parte del tiempo, eso realmente me ha hecho más feliz que antes, es increíble cómo una persona puede cambiar tanto por sucesos espantosos, ahora creo fielmente en que después de la tormenta viene la calma y a Desmond y a mi era lo que nos hacía falta en nuestras vidas.

Las piezas del rompecabezas que hemos sido han comenzado a instalarse en donde siempre debieron de permanecer y se que todo a partir de ahora será incierto para nosotros, al fin hemos emprendido lo que parece ser nuestro viaje más largo, hemos decidido que no volveremos hasta que encontremos nuestro paraíso y aunque mi corazón se ha estrujado al ver a Desmond despedirse de su madre y su sobrino después de tanto tiempo de estar juntos, sonrió por el hecho de que volveremos y porque Aarón en donde quiera que se encuentre, esta feliz, porque su madre es la mejor mujer que podrá criar a su hijo, su último deseo se ha cumplido y es grandioso ser parte de ello.

—¿Quieres manejar cariño?— aquellas palabras me trasladan al pasado por un instante, cuando pensé que no volvería a verlo, cuando todo pudo terminar para ambos, cuando le dije que si me quería en su vida regresara y que si no se marchará, en ese entonces íbamos sin un rumbo fijo, estábamos tan perdidos y no nos quedaba más que aferrarnos el uno del otro, porque solo era el amor que se formaba entre ambos lo que nos daba esperanza para seguir, pues hace mucho que no teníamos paz y estábamos tan abrumados por lo mal que la vida nos había tratado

—¿Cariño?— la expresión dulce y divertida con la que me mira me hace acercarme hasta besarlo, sus manos cubren mi rostro y me obliga a separarme de él unos cuantos centímetros, me quejo un poco y entonces besa mi frente tiernamente

—Quiero que seas tu la que maneje a partir de ahora Selene— mi ceño se frunce y me es complicado descifrar a que se refiere con exactitud

—Deseo que tú nos guíes a partir de ahora, porque te seguiré siempre amor, lo supe desde aquella ocasión en la que entendí que tu eras el sentido de mi vida, cuando comprendí que no podía estar lejos de ti, cuando me diste aquel ultimátum después de curar mis heridas en aquel horrible motel y no pude hacer nada más que regresar a ti, porque solo tu Selene me hiciste ver de nuevo la luz en tanta oscuridad— besa mis labios sin siquiera permitirme digerir sus palabras y siento aquel cosquilleo en mi estómago, aquella electricidad recorrer cada centímetro de mi piel, es arrollador e increíble el poder que tiene sobre mí, el efecto de sus besos y la calidez que emana a mi ser el roce de sus dedos

—Acompáñame— aquel susurro cerca de mis labios me obliga a abrir mis ojos para verlo salir de la camioneta, lo observó trotar por la parte de enfrente y abre la puerta dándome su mano, yo solo intento no caerme, pues mis piernas aun tiemblan

Me mira por lo que parece una eternidad, puedo notar la arruga en su entrecejo y un brillo en su mirada que me deja apreciar las tonalidades color almendra y doradas de sus ojos hasta que finalmente lo veo arrodillarse enfrente de mí, mi respiración se acorta y puedo jurar que un remolino de emociones se ha alojado en mi pecho, no puedo creer que lo hará

—Selene Bennett, hoy te entrego mi corazón, mi cuerpo y mi alma, te doy mi vida y juro que cada maldito segundo que respire lo usaré para hacerte la mujer más feliz de la faz de la tierra, porque quiero pasar cada segundo de mi vida a tu lado, porque te seguiré a donde sea, inclusive al infierno si así lo deseas, amor mío, sé mi esposa—me arrojó a sus brazos y asiento porque se que mi voz no será clara, lloro de felicidad y me separo de él mirándolo a los ojos

—Claro que acepto ser tu esposa Desmond, porque te amamos— acaricio mi estómago y veo el brillo en sus ojos, me toma con cuidado y besa mi vientre para después besar mis labios, ahora se que podremos avanzar sin ver atrás porque las heridas han sanado, porque nos hemos desecho de cualquier sombra que nos mantenía prisioneros, hemos perdonado y aprendido que vivir implica dolor y tristeza, pero también amor y felicidad y esta carretera vacía enfrente de nosotros es un nuevo capítulo que podemos formar de nuestras vidas, una historia que viviremos por elección y que mantendremos viva con amor.

—Claro que acepto ser tu esposa Desmond, porque te amamos— acaricio mi estómago y veo el brillo en sus ojos, me toma con cuidado y besa mi vientre para después besar mis labios, ahora se que podremos avanzar sin ver atrás porque las heridas han sa...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nota de autor:

Mil gracias a todas y todos por leerme, esta historia ha llegado a su fin después de un largo tiempo diría yo y ustedes la han hecho crecer cada día un poco mas, les agradezco infinitamente sus lecturas y el apoyo con sus votos en los capítulos, pronto estaré subiendo una nueva historia y espero me acompañen como con esta, todo mi amor a ustedes siempre.

Enamorada de su infierno, América Vazquez.

Amor en la Oscuridad | Michele Morrone (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora