El viaje parece ser más largo que cuando llegamos aquí, el cansancio que me ha doblegado durante los últimos días intenta tumbarme pero intento concentrarme solo en Desmond y que pronto estaremos juntos. Veo a Aarón de vez en cuando, pero solo me doy cuenta de que esta inmerso en el celular y completamente perdido cuando mira por la ventana; igual que a él, también el temor me supera y sabemos que en esta guerra siempre habrá pérdidas, algo que quisiera no fuera una realidad.
—Estamos a diez minutos de llegar Selene, será necesario que tomes esto— veo el arma que me ofrece y niego por un momento, pero finalmente la tomó al saber que es mejor que lleve una conmigo
—En dado caso de que me suceda algo Selene, quisiera que por favor le entregues este celular a mi hijo, está desbloqueado, yo necesito que el pueda leer lo que he escrito para él y también están varias cuentas para que no le falte absolutamente nada— tomo el celular y lo miró con cierta lástima y una gran tristeza, después de todo el parece tener un corazón noble como Desmond y eso es lo único que puedo ver en sus ojos en este momento
—Quisiera que mi madre lo cuidara y que le enseñe cosas buenas lejos de un lugar como en el que hemos estado— asiento a su voluntad y la camioneta se detiene, mi corazón comienza a palpitar de prisa y lo miró completamente aterrorizada, hemos llegado
—Estaremos bien, mis hombres ya tienen el lugar rodeado, solo espero que Desmond y James nos apoyen con esto y que Ramsés no se entere de que hoy al fin dejara de respirar para siempre— me indica cómo utilizar el arma rápidamente, pero mi mente divaga en absoluto, sin embargo, aquel golpe en la ventana me regresa de inmediato
—Todo está preparado— salimos de la camioneta y Aarón habla con sus hombres por el teléfono
—Aarón que nadie lastime a Desmond, por favor— digo de pronto y sus hombres me miran, realmente todos dan miedo pues no hay expresiones en sus rostros, es como si supieran que morirán por el simple hecho de estar aquí, lo que provoca que mi corazón se estruje de cierto modo
—Eso ya lo saben Selene, ve detrás de mí y mantén tu arma firme, tienes que estar preparada para disparar y no lo olvides grítale a Desmond en cuanto lo veamos, él debe saber que tiene que estar de nuestro lado—
—Entiendo— comenzamos a caminar y escuchó las primeras detonaciones a lo lejos, Aarón dirige su vista la mayor parte del tiempo así mi, se que esta cuidándome y sus hombres nos cubren a ambos
Narra Desmond
Escucho las detonaciones alrededor de la casa y tomo mis armas enseguida, echo lo necesario a mi mochila y es entonces que esa electricidad en mi cabeza me paraliza por completo, justo en es momento comprendo que ha llegado la hora, la solución a todos mis problemas se encuentra aquí enfrente de mí, es como si una película se hubiese formado cuadro a cuadro dentro de mi cabeza, cada movimiento y detalle se graban en mi mente como si estuviese solo ensayando lo que haré en unos minutos y finalmente fijo mi vista en la puerta mientras acarició mi arma pensando que no puedo fallar dos veces, se que debo aprovechar esta oportunidad y así será mas fácil estar con Selene.
Miró por la ventana intentando contemplar el campo de guerra y suspiro concentrándome en recordar el rostro de Selene, soy consciente de que son al menos treinta hombres los que se encuentran tomando la mansión en este momento, pero soy aún más consciente de que pueda ser que sea la última vez que pueda recordar a Selene, pues es tan probable como una realidad, el que sea yo quien deje de respirar esta noche.
Camino entre las sombras evitando enfrentar a cualquiera de los hombres que intentan apoderarse de la mansión, tengo mas que claro que todas y cada una de mis balas se encuentran reservadas para el ser que me dio la vida, por un momento quedó inmerso en mis pensamientos cuando veo cada vez más cuerpos tirados en el suelo, sangre salpicada sobre los muebles y las paredes completamente manchadas de ese líquido rojo, por un segundo viajó de nuevo a aquella vida de la que nunca parece podré escapar y es entonces que lo veo, justo en el árbol donde mi madre solía ponerse a leer, levanto mi arma sin siquiera pensarlo y sin titubear apunto mi pistola justo a su cabeza
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Amor en la Oscuridad | Michele Morrone (+18)
RomanceCuando la vida te ha arrebatado las ganas de seguir viviendo, solo esperas con gran anhelo el día que la muerte finalmente reclamé tu alma y así puedas dejar de sufrir con cada tortuoso respiro. La oscuridad siempre ha estado acechando la vida de Se...