Amor en la Oscuridad | Michele Morrone (+18)

Capítulo 13: Fantasma del pasado

Besa mi frente y subo mi pierna encima de la de él abrazándolo de igual manera, cierro mis ojos rendida por el cansancio y me pierdo en mi mundo...

Siento su respiración tan cerca de la mía que puedo reconocer su aroma sin tener que abrir mis ojos, sin embargo, finalmente me obligó a hacerlo para poder apreciar su rostro sin ninguna represión antes de que se despierte, su agarre al moverse me toma por sorpresa y por un momento creo podría despertar, pero no lo hace, lo que provoca que mi mente divague y el temor de pensar que algún día no pueda volver a tenerlo tan cerca de mi me paralice, pues no quiero dejar de sentirlo tan mío y mucho menos dejar de ser tan suya.

Sus ojos se abren justo cuando ese miedo me aborda, como si supiese que me encuentro asustada y tuviese que protegerme, su semblante cambia de uno despreocupado a uno inquieto y acaricia mi rostro intentando reconfortarme

—¿Qué sucede?— pregunta y sonrió lo mejor que puedo

—Prométeme que siempre estaremos así, juntos como ahora— frunce el ceño y baja la mirada, lo que hace estrujar mi corazón que late temeroso

—Te prometo que siempre me tendrás Selene, tienes mi alma en tus manos y mi corazón te pertenece desde aquel momento en que topaste conmigo en aquel horrible lugar, en ese momento le diste sentido a mi vida, porque tú eres eso y yo seré tuyo hoy y siempre— mis labios se entreabren y mi corazón se detiene, aquellas palabras han derribado todas las murallas que me protegían y es en ese instante que comprendo aquello a lo que llaman amor

—Se que eso ha sonado completamente cursi— calló sus palabras poniendo mi dedo sobre sus labios

—Eso solo ha confirmado que te amo, te amo Desmond y ahora como tú lo has hecho, te entrego mi cuerpo, corazón y alma, porque son tuyos, soy tuya— dejo que las lágrimas de felicidad se derramen por mis mejillas y el no tarda en limpiarlas con su toque cálido y suave

—Te amo— besa mis labios y nos quedamos mirando por lo que parecen horas, mi mente no deja de intentar saber qué es lo que se encuentra dentro de la de él y mi corazón no parece querer controlarse

Narra Desmond

La observó a detalle por lo que parecen horas, cada lunar, cada cicatriz, toda facción de su rostro que me ha faltado por apreciar, grabó su aroma en mi interior y he finalmente tenido el valor para confesarle lo que me hace sentir y lo que significa para mí, justo ahora, podría morir y sería él hombre más feliz de la tierra.

Pero es la realidad la que me azota de nuevo y todo pensamiento de estar junto a ella por muchos años se esfuma tan pronto escuchó a James llamarme

—Señor Desmond, tiene un par de horas para la reunión— escuchar aquello inquieta a Selene de inmediato y sus ojos pierden brillo al darse cuenta que podría estar en peligro o muerto en unas cuantas horas

—Desmond— me llama y niego intentando tranquilizarla

—Todo estará bien, no te preocupes de nada— la tomo de la mano y nos levantamos de la cama, abro la llave de la tina y la ayudó a entrar, puedo sentir su cuerpo estremecerse al sentir la cálida agua y entró tomando una esponja, comienzo a pasarla sobre su piel desnuda mientras siento como comienza a relajarse, ninguno de los dos dice nada, el momento es más que perfecto, ella se deja consentir por mi mientras yo tomo este instante como un regalo del cielo, el cuál se muestra benévolo conmigo, pues lo he abandonado por el calor de infierno ya hace tiempo.

Beso su delicada piel y dejo mis huellas sobre esta, atesoro cada instante que me regala y finalmente nos arreglamos. Veo mi reloj esperando el momento exacto para hablar con Dorian, pero mi decisión ya ha sido tomada y dudo que pueda hacerme cambiar de parecer. Ignoró las miradas de Selene, no sé siquiera si seré capaz de dejarla.