Capítulo 11

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Clary



—Te acompaño.

Nos bajamos del coche cerrando la puerta a la vez, y caminamos adentrándonos a uno de los peores lugares que llegué a conocer.

—¿A quién vienes a buscar?—masculla mirando atento.

Nos acercamos directamente a la guardia. Por suerte está vacía. Al final, cerca de unas puertas que de seguro llevan a otro lado, en una camilla, diviso a Alec recostado.

Voy hacia él rápidamente. Está solo, sin que nadie lo supervise.

—Alec...

—Clary...—Aiden intentan...no sé qué es lo que intenta

— ¡No! Solo—cierro mis ojos tomando una profunda inhalación —.... solo haz que despierte.

En eso, escucho como alguien se queja de dolor. Miro al chico que yace en la cama, y al verlo en sus cinco sentidos, o al menos despierto, me cuelgo en sus brazos. Él no demora en devolverme aquella acción.

—Bien. De acuerdo. Ya entendí. Miss. Clary encontró a otro que la apoye y le de cariño. Capté el mensaje, está claro que aquí estorbo.

—Ya puedo irme a casa. Estoy bien.

—¿Y por qué estabas aquí en primer lugar?—inquiero curiosa.

—Tuve un pequeño accidente mientras practicaba y acabé golpeándome. Sinceramente no sé cómo te has enterado, ni en un millón de años me habría imaginado una situación así.

—Menos mal que me llamaron. Estás…hecho un lío.

—Qué bueno que hayas despertado—dice una enfermera que apareció con Aiden al lado—. Te mantendremos en observación toda la noche, es más que nada para asegurarnos que todo estará bien. Mañana por la mañana, podrás volver a tu casa. ¿llamarás a un familiar o…?

—Yo me quedo.

Y ahí está otra vez. Mi respuesta rápida.

—No es necesario—comenta el malherido.

Mi furia aumenta. No lo sé, quizá porque hoy no fue un buen día, y si tengo que rescatar algo lindo, por más ridículo que suene, sería Jay, el pene grande, y una salida a escondidas con Aiden, hace mucho no hacíamos esto.

—Escúchame bien, niño. Aquí me quedo, te guste o no.

Él sonríe de costado. Mi hermano largo una pequeña risa.

—Listo entonces—caduca la enfermera—, mañana por la mañana es posible que venga un residente o un médico a revisarte. Mi jornada termina aquí—y se aleja con una sonrisa.

—Bien—bufa Aiden—. Supongo que vuelvo solo a casa.

—Supones bien.

—¿Nada hará cambiarte de opinión?

—Nada—sentencio segura.

—Va—se acerca a Alec y el miedo se apodera de mí. De pronto su papel de hermano mayor protector, sale a la luz—No sé quién eres—masculla asechándolo—. Ni en qué mierda te has metido...

—Aiden—insisto.

—Pero dejas a mi hermana fuera de todo tu lío. ¿Fui claro?

—Te prometo que no estoy en nada malo —asegura imperturbable.

—Bien—deja a Alec atrás y camina directo a mí—Espero de todo corazón que sepas dónde te has metido—se acerca a mi oído—. Si te sientes insegura o quieres irte, estaré con el móvil a mano, ¿de acuerdo? No dudes en llamarme, vendré por ti.

Clary ✅ (#3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora