Capítulo 44

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Ahora


Clary

Antes de que mi espalda y cabeza toquen el suelo, unas manos me sostienen.

—No cierres los ojos—pide con la voz rota.

Lo miro exhausta. Quita su cazadora y me cubre.

Voces a la lejanía. Luces de ambulancias y policías. Pero mis ojos solo están puestos en el chico que me sostiene. En el que cubrió mi cuerpo y me mira con sus ojos llorosos.

Me impregno de aquel aroma que tanto extrañaba.

—Tú—susurro con esfuerzo en lo que las lágrimas siguen saliendo de mí.

—¿Quien más si no? —acaricia mi mejilla con su dedo pulgar, pero no siento el tacto, fue como si mi cuerpo en cuestión, estubiera completamente anestesiado. Los golpes me prohíben sentir.

No respiro. Estoy dejando de respirar.

—¿Crees permanecer un poco más despierta? —sonríe triste, y aunque intenta disimularlo, el miedo en sus ojos es palpable.

Toso, el líquido rojo, y puedo asegurar que jodidamente asqueroso, mancha mi boca y su alrededor.

El esfuerzo que eso supuso me hace sisear ante el dolor en todo mi cuerpo.

—Me duele...—admito en susurros.

—Lo lamento. Te quiero—me sonríe dejándome un beso en la frente—. Joder—solloza en mi piel—. Cuánto te quiero, hermanita.

Esas palabras me erizan la piel. Se quedan grabadas en mi mente y corazón.

—Estaré aquí cuando despiertes.

—Promé....temelo—suplico mientras voy cerrando mis ojos.

—Prometo quedarme, si tú también lo haces—jura sin separarse de mí, en lo que sus lágrimas van humedeciendo mi piel.

Pero....ni siquiera sé si lo haré realmente. No creo que él pueda entender el dolor que llevo, tanto física, como internamente.

Mis ojos se cierran hasta que me es imposible abrirlos.

Unos fuertes pasos se acercan hasta nosotros. Conozco esos brazos, aquellos que ahora me rodean, y la voz que me suplica que abra mis ojos.

De pronto estoy con él. Me abraza con fuerza. Y entonces, esas palabras salen de su boca.

—No me hagas esto, chiquita. Por favor , no me dejes—ruega con la voz rota mientras me mece.

Lo siento.

Gritan por ayuda.

Relajo todo mi cuerpo.

Prefiero no pensar.

Prefiero descansar y soñar bonito.

Sin dolor.

Dónde todo sea hermoso y pacífico.

Quiero estar bien, y si eso significa dormir y no despertar...

Perdón, mamá.

Perdón, papá.

Perdón, Aiden.

Perdón, Mikhail.

Perdón, Daxen.

Perdón, Jay.

Perdón, Alec.

Perdón a mis tíos. 

Ojalá puedan entender lo débil, sucia y rota que me siento.

Mi cuerpo se aleja de aquel cálido cuerpo. Se traslada a lo que creo que es una camilla.

Pero no me suelta la mano.

Ninguno lo hace.

—Aquí estamos.

Eso es lo último que escucho antes perder por completo la conciencia.

Ya no siento nada.

Ya no duele nada.

Ya no veo nada.

Y creo que....al final lo hago.

Me rindo.










♪♪♪♪♪

Nos vamos acercando al final de esta historia. ¿Cómo están sus ánimos? No he logrado que lloren todavía, ¿Cierto?

No sé preocupen, les queda el Epílogo.

PD: Lo amé

Clary ✅ (#3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora