Capítulo 16

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Clary

Y otra noche me desvelo ante la mierda de recuerdos. Me acerco a mi escritorio y abro mi ordenador.

Querida Clary…

No. Borro y vuelvo a teclear.


Querida yo:

Tal vez nuestros primeros años de vida no fueron los mejores, pero….

¡Dios! ¿Por qué es tan difícil? No entiendo como hace mamá para vivir de la escritura.

Ni siquiera puedo escribir una simple tarea.

Cierro mi laptop. Me pongo de pie y salgo de mi habitación.

Me cruzo a la de Aiden y entro sin golpear, pero de todas formas cubro mis ojos.

—No te estás masturbando, ¿Cierto?

—No, solo estaba con mi guitarra.

Los abro y suspiro aliviada cuando lo veo dejando el instrumento junto a su mesa de noche.

—¿Qué tienes, chiquita?

—Odio cuando me dices así—mis ojos se cristalizan.

Él se pone de pie y se acerca rápidamente a mí. Me abraza y yo me aferro a él de manera desesperada.

—¿Alec te hizo algo?

—No, solo… ¿Puedo...? —y aquí aparecen nuevamente las lágrimas mezcladas con espasmos —¿Puedo dormir contigo? —mi voz sale más suplicante de lo que creí.

—Siempre, hermanita.

Me recuesto y él lo hace segundos después.

Se coloca de costado hasta que estemos cara a cara y me acerco hasta él. Le doy un abrazo. Pero uno fuerte, uno que jamás le di.

—¿Clary? ¿Son las pesadillas otra vez?

—Eso es lo peor—sollozo—. No son pesadillas, son malditos recuerdos borrosos.

Alguien golpea la puerta dos veces, un día cualquiera me silenciaría. Pero hoy no es un día cualquiera.

—¿Mikhail?

Yo no me alejo de mi hermano, no quiero que el menor de los tres vea mi estado.

—¿Puedo dormir contigo? Con ustedes—se corrige—. Es que…he escuchado a Clary llorar y…si sirve de consuelo puedo hablar del desastre que he sido hoy en el recorrido.

Dejo salir una pequeña risa entre lágrimas, sin alejarme de mi hermano.

—Claro, hay suficiente espacio para los tres—responde cariñoso.

De pronto la cama se hunde y en cuestión de segundos unos labios besan mi cabeza.

—Te quiero —musita mi pequeño hermano y se suma al abrazo antes de empezar a contar su drástico día.

Más avanzaba la historia, más me alejaba de los malos recuerdos, para cuando llegó al final, estábamos los tres riéndonos.

Y eso tiene mi familia, sabe remplazar los momentos feos, por risas, borrar por unos minutos el pasado asqueroso y remplazarlo por momentos como estos.

Clary ✅ (#3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora