Capítulo 35

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Atención:

He decidido subir los capítulos restantes, y esperar a que todo salga bien, porque he leído libros más fuertes o más detallados y siguen en la plataforma, así que me voy a arriesgar porque lo mío es mucho más tranquilo a comparación.

Amo este libro, estoy orgullosa de este libro, así que quiero que el mundo conozca esta historia, porque le escribí con mucho amor mucha pasión y mucho trabajo.

Amo escribir. Y amo esta saga que todavía no termina.

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Clary

Parpadeo hasta abrir mis ojos y ver con nitidez.

De lo primero que soy consciente es del frío que tengo. Es como si la habitación jamás tomara el calor suficiente para hacerla más" habitable". Cómo si jamás llegara a tener la temperatura corporal necesaria.

Estaba en posición fetal, por lo que me siento y estiro, haciendo que un frío increíble se cuele en mi cuerpo.

Miro mi estado. Aún permanezco con la ropa intacta, pero mi cabeza es un infierno. Mis manos están libres al igual que mis piernas. Tengo una gasa cubriéndome la parte del brazo dónde, previamente me habían disparado.

Estoy en lo que era una habitación, con las paredes impolutas. Todo estéticamente perfecto. Lástima que no tengo nada que pueda usar de arma. No hay una cama. Cortina. Mesa de noche. Armario, está sin amoblar, ¿Lo que es peor? No hay ventanas. Ni una sola.

No hay luz que entre salvo la del hueco debajo de la puerta.

De pronto aquellos pies se detienen. Los latidos de mi corazón aumentan, y la puerta se abre.

Mi respiración errática, y las lágrimas caen antes de que hiciera nada.

-No aguantas nada-Bufa-. Esto es sencillo, me la haces fácil, terminamos más rápido. No importa cuánto grites, ni pidas socorro, nadie va a escucharte. Esta habitación está hecha justamente para que ningún sonido, traspase la puerta. Como resultado, acabarás dañando tu voz, y nadie estará aquí para ayudarte.

Lo peor es que es cierto, lo veo en su mirada.

No tengo la capacidad suficiente para hablar, solo me alejo de él, arrastrándome a una esquina. Abrazo mis rodillas en lo que él no deja de observarme.

Sonríe de manera perversa y sale de la habitación sin más.

♪♪♪♪♪

Golpear la puerta es lo único que se me ocurre, pero lo único que logro, es que él entre furioso.

-¡Cállate!

-¡No!

Se acerca a mí y tira mi cabello hacia atrás. Siseo y mi vista se nubla ante las lágrimas.

Un pinchazo en mi brazo, hace que mis pies fallen y caiga perdiendo el conocimiento.

Abro mis ojos de golpe cuando un dolor en el lugar dónde recibí la bala, me hace gritar. Entonces soy consciente de que él la está curando. Quiero moverme, ordenarle que se detenga, pero no puedo.

Tengo mis manos atadas con una soga (que me corta la circulación), no cuento con la energía suficiente para quitarlo de encima, así que solo suelto pequeños gemidos en protesta.

Lo veo tan concentrado en su trabajo, como si supiera exactamente lo que está haciendo.

-Es mejor que dejes de luchar-habla, su voz cada vez se torna más lejana para mí-. Tienes aire de ser inteligente. No hagas que te mate a la primera como a las otras.

¿Las...otras?

Parpadeo. Mis ojos pesan.

-Listo-avisa y siento unos labios en mi piel descubierta.

Quiero vomitar.

Intento removerme cuando saca una aguja con quien sabe qué cosa. Pero no creo hacer mucho, la verdad.

-Dulces sueños-es lo último que escucho ates de que todo se apague.






Clary ✅ (#3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora