Clary ✅ (#3)

Capítulo 29

Clary

“Creo que te amo”

O sea que no está seguro, quiero decir, puede gustar de mí, somos novios, pero... ¿amarme? He oído que el amor es un sentimiento muy fuerte. Lo leí en mis libros, en los de mamá, de todas formas, está ahí, el “creo” sé que yo también lo creí, pero, luego lo afirmé.

Al caer la noche, de vuelta en casa, cubierta con mi edredón después de tomar una extensa ducha, recordando lo que sus manos hicieron en mi cuerpo.

Optamos por dejar el otro lugar para más adelante. Y yo, tenía suficiente. La había pasado genial, todo había sido perfecto.

Miro la hora, son pasadas las doce de la madrugada. No puedo dormir. Y esta vez no es a causa de pesadillas, sino de emoción.

Mis manos recorren los lugares donde los dedos de Alec, tocaron. Después de todo, ahí estuvo, respetando mi límite, no mis muslos, ni nada perteneciente allí abajo. He notado su aceptación, su sonrisa de “está bien, vayamos de a poco”, pero la reacción de su amiguito entre medio de sus piernas, lo contradice, contra todo pronóstico. Pero acepta. Él acepta. Él me acepta.

—Hola, Alina, ¿está Jay?

—Claro, cariño, pasa—me da lugar—. Está en su habitación.

—Gracias.

Subo las escaleras y golpeo la puerta dos veces después de caminar hasta llegar a su recámara.

—¡Carajo! —maldice.

De acuerdo, al demonio la educación, necesito saber el origen de su furia.

Ingreso. Lo veo recostado en su cama, con la mirada fija en el móvil. El ceño fruncido y la ira en su cuerpo.

—¿Qué pasa? —pero nada, enchina sus ojos con indignación—Jay, ¿Qué ves?

—¡Es que son unos hijos de puta! —despotrica— ¡Deberían estar en la cárcel y aun así, no sería suficiente!

—Quiero entenderte—sigo pacífica sentándome a su lado—, pero no lo hago. Habla.

—Otro femicidio—suelta con desprecio—. Era la prima de la mejor amiga de mi hermana, Clary—me mira y puedo notar el sufrimiento en sus ojos—. Catorce años, tenía catorce putos años.

Un escalofrío me invade. Trago grueso y me imagino la familia lo horrible que debe estar pasándolo.

—¿A dónde está tu hermana ahora?

—Se fue apenas se enteró. No harán ni diez minutos—riñe.

—Qué horror—lamento con un nudo en el estómago.

— Escúchame bien, Clary—me señala con su dedo corazón—.  Si a ti te llega a pasar algo de eso. Ojalá no, ten por sentado que...

—Tranquilo—interrumpo al ver que no puede seguir ante tanta ira—. Lo sé.

Me abraza fuertemente y yo hago lo mismo.

Aunque ojalá y jamás pase, es una posibilidad, porque lo que no tendría que ser normal, ni catalogado como tal, lo es.

Pasa diario.

Pasa, y nunca sabes si la próxima…eres tú.