— ¿Cómo van las cosas con Zabdiel? ―Alan pregunta mientras mete una cuchara al bote de helado de fresa y lleva un poco de éste a su boca, mirando inquisitivo al omega.
Christopher encoge sus hombros― Ha estado gruñón últimamente.
― ¿Alguna razón en especial?
― Consiguió un nuevo trabajo, por la noche. No duerme bien y eso le pone de mal humor. ―comenta en un suspiro, recordar las pocas veces que tuvo que lidiar con su actitud de fuego y terminar en disculpas apesadumbradas por parte del alfa le provocaban dolor de cabeza.
― Me imagino.
― Además, ayer llegaron los resultados de la Universidad en la que aplicó... — tuerce los labios, y el menor comprende de inmediato.
― ¿No fue aceptado?
― Pasó el examen pero, no le dieron un lugar porque estaban excediendo el límite de alumnos. Fue una mierda, eso lo dejó peor.
― Lo siento por él.
― Está triste, aunque diga lo contrario.
Habían transcurrido tres semanas desde que salieron de vacaciones. Joel, Erick y Richard estaban en el viaje de graduación para ese entonces, así que el único amigo que tenía a disposición era Alan, el cual ese día fue a visitarlo y ahora se encontraban juntos en la sala de su hogar. Su compañía era agradable y a Christopher le divertía lo inusual que podía ser éste en ciertas ocasiones.
― ¿Qué harán para vacaciones?
― Probablemente nada. Zabdiel seguro trabajará todos los días.
― ¿Y tú? ―quiere saber mientras lo apunta con la cuchara, frunciendo el ceño luego cuando Christopher se la arrebata y come el helado de en ella.
― Me quedaré aquí, con él. No quiero salir de paseo mientras él trabaja día y noche, literalmente. No es justo.
― ¿Aún sigue con la idea de que no trabajes? ―blanquea los ojos.
― Ahora si no puedo hacerlo. Casi no aguanto mucho tiempo en una posición, me cansó mucho y la espalda me mata.
― Oh, lo siento.
― Está bien. Valdrá la pena.
― Mierda, esto debería ser sorpresa pero... El tío Carlos está organizándote un Baby Shower con mi familia. Si te dicen algo, actúa sorprendido y no digas que la cagué.
― ¿De verdad? ―su sonrisa es tan grande que le duelen las mejillas, apreciaba demasiado al padre de Zabdiel por ser quien más lo apoyaba en todo, y escuchar aquello lo llenaba de felicidad―. Que lindo de su parte.
― Él es así.
Ellos continúan hablando de diferentes cosas, Alan le cuenta sus planes para las vacaciones y le dice que si gusta, se puede unir a él. El sol se ha ocultado cuando Zabdiel llega finalmente, luciendo un rostro agotado y hastiado de todo.
― ¿Qué haces aquí? ―es anexo a saludar en un gesto cordial cuando Zabdiel nota la presencia de Alan, sólo absteniéndose a dirigirle una pregunta hostil a su primo, quien no se ve turbado ante la actitud.
― Haciéndole compañía a Christopher y mi sobrino, nada más.
― Ya puedes irte, entonces.
― Zabdiel, no tienes que ser grosero. ―el castaño le dice, regañándolo.
Sin prestar atención, Zabdiel se encamina hacia la cocina para prepararse de cenar.
― Bueno, te dejo, Chris. Nos vemos después. ―lo abraza cortamente en despedida, para después salir de la casa e irse.
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Ven aquí, y ámame
FanfictionA sus 19 años, Christopher debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos - o largos - 19 inviern...