09.

135 14 20
                                    

En los días siguientes, Zabdiel había comenzado a comportarse más tranquilo con Christopher. En algunas ocasiones, sin ser conciente, le había levantado la voz, pero siempre terminaba disculpándose inmediatamente. En la escuela, toman sus desayunos juntos. A veces acompañados y otras completamente solos. El castaño le mantiene informado con todos los cambios y movimientos que sentía del bebé. A Zabdiel le agradaba ver cómo el omega se lo notaba más tranquilo por la manera en como estaban llevando las cosas, y esperaba que todo siguiera así con tal de que él no pasara malos momentos.

El alfa pica la fruta de su plato, llevándola a su boca. Christopher está frente a él, comiendo una hamburguesa. Sabe que no es saludable pero tenía antojo de eso. Sus ojos brillan cuando muerde la jugosa carne.

― Dios, está muy buena. ―limpia las orillas de sus labios con la servilleta que Zabdiel le ofrece.

― No se me hace saludable. ―le dice, haciendo una mueca hacia su plato.

― No empieces, Zabdiel. ―rueda sus ojos.

Como por arte a magia, Joel, Erick, Richard y Alan aparecen, tomando asiento en los lugares restantes. Zabdiel suspira. Ya se habían tardado.

― Mira que te traje, Chris. ―Alan le pasa un pastelito de chocolate y el omega chilla.

― ¡Muchas gracias! Quería comprar uno pero con el dinero que me dio mi madre no alcanzó. ―le sonrió, mientras lo dejaba sobre su lugar la mesa, a un lado de su 'desayuno'.

― ¿Por qué le das eso? ―Zabdiel frunce su ceño― Es mucho dulce para él y-

― Shhh ―su primo lo calla metiendo un trozito de manzana, que había sacado de su plato, en su boca― Deja que el niño disfrute.

Zabdiel mastica la fruta, con el ceño fruncido y mirándolo receloso.

― Bueno... El baile se acerca ―Richard dice, desenvolviendo un burrito que había sacado de su mochila.

― Tres semanas, sip ―concuerda Christopher asintiendo― ¿Aún no tienes con quien ir, Richard?

― No. Tú tampoco.

― Podemos ir juntos si quieres.

― ¿De verdad? Por mi está bien. ―el beta sonríe ante la idea de ir junto a Christopher.

― No.

― ¿Mmh? ¿Por qué? ―Alan pregunta, divertido― ¿Por qué Christopher no puede ir con Richard, Zabdiel? Son amigos, no veo nada de malo en eso.

― Porque Christopher va a ir conmigo.

― ¿Qué?, ¿desde cuándo que no estaba enterado? ―Christopher frunce sus cejas, mirando expectante al alfa a su lado.

― Desde ahora, y te estás enterando.

― Eres un tonto, Zabdiel ―Erick se mete― No debes estar celoso y menos de Richard. Podrías ser al menos un poco romántico, ¿tal vez?

― ¿Para que ser romántico si al final va a decir que si?

― ¿Cómo puedes estar tan seguro? ―el omega ojiverde le reta en un gruñido, acercando su rostro hacia él.

Zabdiel está a punto de mostrarle los colmillos pero Joel tira rápidamente a Erick contra su pecho, y él sólo mira hacia otro lado cuando escucha el gruñido de advertencia por parte del alfa contrario.

― Apuesto que a Chris le gustaría que hicieras algo especial para que le pidas ir al baile, Zabdiel ―Alan opina, guiñándole un ojo al pelinegro― Si no lo haces tú, yo lo haré.

Ven aquí, y ámameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora