—¿Estás listo?
La voz del alfa suena a sus espaldas. Es gruesa y siente su olor intensificarse con cada segundo que pasa. Christopher tiembla con sólo oírlo. Voltea a verle y está sin camiseta, con el torso marcado al aire.
—Y-yo—Zabdiel alza una ceja, totalmente impaciente.—Si-si, está bien
Con los ojos vidriosos, el más alto se le acerca y los latidos de Christopher se aceleran. Le quita la camiseta con mucho cuidado, besando su hombro desnudo.
—Tienes que estar seguro
—Lo estoy— aclara con voz quebrada.
—Puedo hacerlo sólo si no estás seguro
—Te dije que sí
Rondando los ojos, el alfa lo recuesta en la pequeña cama de su habitación.
Christopher gime al sentir el calor del más alto cubrirle, se siente seguro ahora.
— Zabdiel —chilla al momento de que el nombrado pasa sus labios por su estómago plano.
Los besos que el ojimarron le da por todo el cuerpo, hace que se pierda, fijándose únicamente en lo bien que se siente.
— Za-Zabdiel —vuelve a decir su nombre, en un gemido ahogado.
Zabdiel ha comenzado a prepararlo con los dedos, evitando gemir cuando toca la húmeda entrada del omega. Muerde su cuello suavemente, tratando de no romper la piel, por más que quiere.
—¿Listo?
Christopher asiente.
—¿Seguro?
Traga saliva, pero vuelve a asentir. Zabdiel sisea, entrando en Christopher, y él quiere gritar de lo tan bien que se siente. El omega sólo abre los labios en grande, nada saliendo de ellos.
Erick seca las lágrimas de su castaño amigo, sonriendo triste.
—Tienes que decirle, Chris
El omega niega, repetidas veces.
—Me da miedo
— No debería. Es su hijo. Es un alfa Christopher, no sabes como se va a poner cuando se entere de que no le dijiste
— Pero-
— Mira, ahí está él — apunta con la cabeza, hacia donde el rizado estaba con su propio alfa —Joel –.—Tú dile, y si él no te quiere escuchar, entonces ese ya es problema de él
— Erick, no-
—Ve, Christopher — le empuja, tirándole un beso a Joel.
El alfa castaño camina con y a sonrisa hacia su omega, viendo a Christopher pasar a su lado.
Christopher camina hacia Zabdiel y éste, sin darse cuenta del más bajo, avanza hacia la cafetería. A Christopher no le queda más que seguirle. Observa al ojimarron sentarse en una mesa, sólo, ve a Richard acercarse pero él niega con la cabeza, el pelirrojo tuerce la boca y se aleja, sin insistir más.
ESTÁS LEYENDO
Ven aquí, y ámame
FanfictionA sus 19 años, Christopher debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos - o largos - 19 inviern...