Pollo a la plancha, verduras al vapor y puré de papa. Christopher mira su plato, suspirando. Toma el tenedor y poca un brócoli, llevándolo a su boca y masticando lento. Zabdiel está hablando con sus padres, quisiera saber que es pero no está prestando mucha atención. El cubierto pasa por el puré de papa, apenas lo mancha y también se lo lleva a la boca. Tenía hambre, si, pero prefería dormir y no pasar tanta incomodidad. Noemi no es tan dura con su hijo, le habla con cariño e incluso cuando le regaña es dulce.
—¿No tienes hambre? — Carlos le pregunta susurrando. Está sentado justo a su lado.
—No mucha. — Christopher sonríe de lado.
—No tienes que comer si no quieres. O también puedo decirle a Zab que te compre otra cosa.
—Estoy bien, de verdad.
—Y... Christopher, ¿verdad? —El omega asiente. —¿Piensas seguir estudiando después de que el bebé nazca? —La alfa pregunta, apoyando su codos en la mesa.
—Creo que si, espero poder hacerlo.
—¿Alguna universidad en especial?
—Aún no he pensado que estudiar.
—Te queda poco tiempo.
—Mamá, no presiones.
—Si, Noemi, deja al niño un rato.
—No, está bien. Tiene razón, pero primero quiero acabar la preparatoria con buenas calificaciones.
—Zab me contó que eres de los mejores —El padre de Zabdiel dice, sonriendo. —¿Eso es verdad?
Los ojos de Christopher brillan un poco, ¿Zabdiel ha hablado de él con su papá?, ¿es eso bueno?
—Eh, si. Podría decirse que si.
—Diles que si y ya. —Zabdiel se mete, sonando aburrido. —Es el puto cerebro de la escuela, ¿Vale?
—¡Zabdiel! —Su padre golpea su brazo. —Eres un grosero.
—No tanto así, pero si, me gusta tener buenas calificaciones.
—¿Para qué? —El alfa lo mira, interesado.
—Me hace sentir bien, creo.
—Raro. —Zabdiel susurra y recibe otro golpe.
—Y, Zab también nos contó sobre tus padres, betas, ¿no? —La alfa dice.
—Si. Los dos lo son.
Pude ver a Noemi sonreír. —¿Quién es tu madre?
—Yenny Muñoz.
—Si, la conozco un poco.
Zabdiel no le vuelve a hablar en toda la noche. El omega termina su cena con mucho trabajo. En realidad sabía muy bien.
Los padres del rizado se van cuando el sol se ha ocultado, diciendo que volverían pronto. Christopher espera que no, o al menos sin Noemi.
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Ven aquí, y ámame
FanfictionA sus 19 años, Christopher debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos - o largos - 19 inviern...