Lucy | Harlivy

Capítulo 6: El rescate

Juntas abrieron con sigilo la puerta y encontraron un escondite desde donde podían observar lo que sucedía en la habitación sin ser descubiertas.

Que suerte que la puerta, a pesar de haber estado cerrada, pudo abrirse con facilidad. Eso tenía que agradecerle Harley a su amada esposa por sus grandes habilidades.

Ya escondidas pudieron ver a Lucy, su rostro estaba lleno de miedo y confusión, mientras Joker, Kite-Man, Dr. Psycho y la Reina de las Fábulas se mofaban de ella, cada uno tratando de manipularla a su manera.

Harley e Ivy apretaron los puños, la ira y la determinación estaba burbujeando en su interior. Sabían que tenían que esperar el momento adecuado para intervenir y rescatar a Lucy sin ponerla en mayor peligro.

Odiaban el lugar, que solamente estaba impregnado de oscuridad y malevolencia. Era un ambiente perfecto para los planes retorcidos que estaban por desplegarse.

—¿Qué hacemos con ella? —dijo el chico experto en cometas, que traía a una muy inquieta niña en sus brazos.

El Joker, con su sonrisa maquiavélica, se adelantó y arrebató a Lucy de sus brazos. La pequeña miraba con ojos asustados a aquel hombre que parecía un payaso, cuyo comportamiento errático y aterrador la intimidaba.

—¡No me hagas daño, por favor! —suplicó Lucy, temblando ante la presencia amenazante del Joker.

El villano, aprovechándose de la inocencia de la niña, decidió jugar con sus sentimientos y sembrar la confusión en su mente. Se acercó a ella, inclinándose para estar a su altura, y le habló con una falsa dulzura.

—¿Sabes, querida? Yo soy tu padre. Sí, lo sé, es una sorpresa, pero es la verdad. Estuve esperando mucho tiempo para encontrarte. ¿No es emocionante?

Lucy, sin entender lo que estaba sucediendo, miró a Joker con ojos llorosos, buscando respuestas en su rostro enmascarado.

—No... no entiendo. Mis mamás... ellas son mis mamás. —susurró la niña, sintiendo cómo su mundo se volvía confuso y amenazante.

Joker soltó una risa histérica y cruel, disfrutando cada segundo del tormento emocional que estaba infligiendo a Lucy, pues eso que le decía era una completa mentira.

—Oh, querida Lucy, tus mamás han estado mintiéndote todo este tiempo. Yo soy tu verdadero padre, y estoy aquí para cuidarte y enseñarte cómo ser una verdadera villana. Tienes un futuro prometedor por delante.

Las palabras de Joker cortaban el corazón de Harley e Ivy, quienes presenciaban la escena con impotencia y rabia. No podían permitir que su hija sufriera más, pero estaban atrapadas en la trampa de la oscura alianza.

—¡Basta, Joker! ¡Deja de jugar con la mente de nuestra hija! Ella no tiene nada que ver contigo. Eres un monstruo —gritó Harley, su voz estaba completamente cargada de dolor y rabia.

Ivy se acercó a Lucy, envolviéndola en sus brazos protectores.

—Lucy, mi amor, no escuches sus mentiras. Nosotras te amamos y siempre estaremos aquí para ti. No permitas que este monstruo te confunda. Eres nuestra hija, y nadie puede cambiar eso.

La niña, abrazada a Ivy, asintió con determinación, encontrando consuelo y fortaleza en el amor incondicional de sus madres.

Mientras tanto, la Reina de las Fábulas observaba la escena con una sonrisa retorcida, satisfecha de la tormenta emocional que había desatado. Sabía que el sufrimiento de Harley, Ivy y Lucy solo estaba comenzando, y el caos que había sembrado estaba lejos de terminar.

La oscura alianza estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para derrotar a Harley y a sus seres queridos, pero ellas no se dejarían, y menos si era contra ellos.