Lucy llevaba un día normal en la escuela después de las vacaciones. Estaba sentada en su escritorio, prestando atención a la clase, cuando de repente, un viento fuerte y una risa malvada llenaron el aire. Todos los niños y profesores se volvieron hacia la entrada de la clase, sorprendidos por la repentina aparición de la Reina de las Fábulas.
La Reina de las Fábulas, con su mirada desafiante y su presencia imponente, causó un caos instantáneo en la escuela. Los libros se levantaron en el aire, las sillas se movieron solas y las luces parpadeaban. Los niños gritaban y corrían, tratando de encontrar refugio mientras la Reina de las Fábulas hacía estragos.
Lucy, asustada pero decidida, se levantó de su asiento y se acercó a la Reina de las Fábulas. La miró directamente a los ojos y, con una voz temblorosa pero valiente, le preguntó:
—¿Por qué estás causando todo este caos en nuestra escuela? ¿Qué quieres de nosotros?
La Reina de las Fábulas sonrió maliciosamente y respondió con voz siniestra:
—Pequeña Lucy, he venido en busca de un tesoro perdido. Un poderoso objeto mágico se encuentra escondido en esta escuela, y solo yo tengo la clave para encontrarlo. Si colaboras conmigo, te prometo que nadie saldrá lastimado.
Lucy se negó rotundamente a ayudar a la Reina de las Fábulas. A pesar de su miedo, sabía que no podía permitir que alguien tan malvado se saliera con la suya.
—Nunca te ayudaré. No importa lo que busques, no voy a permitir que dañes a mis amigos y compañeros de clase. ¡Detén esto ahora mismo!
La Reina de las Fábulas frunció el ceño y, con un movimiento de su mano, lanzó un hechizo en dirección a Lucy. Pero justo en ese momento, un maestro valiente intervino y desvió el hechizo, protegiendo a Lucy.
—¡Detente, Reina de las Fábulas! No permitiré que lastimes a ninguno de mis estudiantes.
La mujer detrás de todo el caos se rio.
—¿Y qué puedes hacer tú, insignificante maestro, contra mi poder?
—Puedo proteger a mis alumnos y defenderlos de tus maldades. No te permitiré causar más daño.
La Reina de las Fábulas, enfurecida, arremetió contra el maestro con más hechizos y conjuros. Mientras tanto, Lucy aprovechó la oportunidad para escapar de la clase junto con sus compañeros.
—¡Vamos, chicos! ¡Tenemos que encontrar un lugar seguro!
Un niño curioso preguntó:
—¿Qué está pasando? ¿Quién es esa mujer?
—¡Es la Reina de las Fábulas! Es peligrosa, tenemos que alejarnos de ella —respondió una de sus compañeras.
—Pero ¿qué vamos a hacer? ¿Cómo podemos detenerla? —curioseó de nuevo el mismo niño.
Lucy interrumpió:
—No lo sé, pero tenemos que mantenernos juntos y encontrar una solución. Vamos a buscar a los otros maestros y pedirles ayuda.
Los niños corrieron por los pasillos de la escuela, esquivando los escombros que la Reina de las Fábulas había dejado a su paso. Encontraron a la maestra de historia, la Sra. Thompson, en el pasillo principal.
—¡Sra. Thompson! ¡Tenemos que hacer algo! La Reina de las Fábulas está causando estragos en la escuela.
La maestra reaccionó ante sus palabras.
—Oh, querida, esto es terrible. Pero no te preocupes, estoy aquí para ayudar. Tenemos que unirnos y pensar en una estrategia para detenerla.
Mientras tanto, la Reina de las Fábulas continuaba su búsqueda del tesoro perdido por toda la escuela. En cada salón de clases que visitaba, causaba más caos y destrucción.
—¡Donde sea que esté, encontraré ese objeto mágico y obtendré su poder! —amenazó de nuevo la mujer.
Lucy y los demás niños se reunieron con otros maestros y alumnos en la biblioteca, donde pensaban que estarían a salvo.
—Tenemos que encontrar una manera de detener a la Reina de las Fábulas antes de que encuentre ese objeto mágico. ¿Alguien tiene alguna idea?
—Podríamos tratar de encontrar algún hechizo de protección o un talismán que contrarreste su magia —dijo uno de los maestros.
—Tal vez haya un libro antiguo en la biblioteca que contenga información sobre ese objeto mágico —respondió un niño.
—O podríamos buscar en el archivo de la escuela, seguro que hay información valiosa allí —añadió otro.
—Todas son buenas ideas. Dividámonos en grupos y busquemos en la biblioteca y el archivo. ¡Rápido, no tenemos mucho tiempo! —exclamó Lucy.
Los niños se dispersaron por la biblioteca, revisando estanterías y buscando pistas en los libros. Mientras tanto, los maestros se dirigieron al archivo en busca de información relevante.
El destino de Lucy y el futuro de la escuela estaban en juego mientras buscaban desesperadamente una forma de detener a la Reina de las Fábulas. El tiempo corría en su contra, pero estaban determinados a proteger a su escuela y a sus amigos.
Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la Reina de las Fábulas logró encontrar a Lucy antes de que pudieran detenerla. Con un gesto de su mano, la Reina de las Fábulas envolvió a Lucy en una jaula de cristal mágica y se la llevó consigo.
—¡No! ¡Déjame ir!
Los demás niños y maestros se quedaron atónitos y desesperados al ver cómo Lucy desaparecía en manos de la Reina de las Fábulas.
—¡Lucy! —ahí estaba Harley, quien apenas había llegado. Logró ver como su hija desapareció de la nada en medio del caos.
Había llegado tarde...
—Harley, no llores, lograremos vencer a esa bruja juntas —animó Ivy —Por favor, amor, mírame —tomó su cara con delicadeza y logró que su esposa la mirara. Sus ojos estaban todavía llorosos.
—Ivy, pero ¿qué haremos? La Reina es muy poderosa.
La pelirroja lo pensó y luego de unos silenciosos segundos respondió:
—Tengo una idea —y sonrió, dejando a Harley con la duda de qué se le había ocurrido.
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Lucy | Harlivy
FanfictionTras los eventos devastadores que enfrentaron Harley Quinn, Poison Ivy y su equipo en su búsqueda de redención, surge una nueva amenaza en Gotham. El Joker, Kite-Man y el temible Dr. Psycho se unen en una alianza siniestra para derrotar a Harley y I...