Lucy | Harlivy

Capítulo 18: La excursión

Harley, Ivy y Lucy estaban emocionadas por su próxima aventura en la naturaleza. Habían decidido hacer una excursión en un hermoso bosque cercano, deseando explorar la flora y fauna y disfrutar de la tranquilidad que solo la naturaleza podía ofrecer.

Armadas con mochilas, tiendas de campaña y provisiones, partieron en su pequeño viaje.

A medida que se adentraban en el bosque, la densidad de los árboles aumentaba, filtrando los rayos de sol y creando un ambiente mágico. Lucy estaba maravillada por la belleza natural a su alrededor y tomaba nota mental de cada planta y animal que encontraban en el camino.

Después de caminar durante un tiempo, encontraron un lugar perfecto para montar su campamento. Escogieron un claro junto a un arroyo, donde podrían disfrutar del sonido relajante del agua corriendo. Ivy rápidamente usó sus habilidades para crear una pequeña fogata, mientras Harley y Lucy montaban las tiendas de campaña.

Una vez que todo estuvo listo, se sentaron alrededor de la fogata y comenzaron a compartir historias y conversaciones significativas. Ivy hablaba sobre la importancia de cuidar y proteger la naturaleza, mientras que Harley agregaba su característico sentido del humor, haciendo reír a todos. Lucy aprovechó la oportunidad para hacer preguntas y aprender más sobre las plantas y los animales que encontraban.

Mientras el fuego crepitaba y el cielo se oscurecía, Ivy tomó la mano de Harley y miró a Lucy con cariño.

—Lucy, la naturaleza tiene mucho que enseñarnos. Cada planta y cada animal tiene su propio propósito en este mundo. Quiero que entiendas la importancia de respetar y proteger nuestro entorno, y cómo tus poderes pueden ser una herramienta poderosa para hacerlo.

Lucy asintió con entusiasmo y miró a su mamá, lista para aprender todo lo que pudiera.

—Sí, mamá, quiero usar mis poderes para ayudar a la naturaleza y asegurarme de que se mantenga a salvo. ¿Puedes enseñarme más sobre cómo hacerlo?

Ivy sonrió con orgullo y comenzó a explicarle a Lucy los principios básicos de controlar y manipular las plantas. Le mostró cómo sentir la energía natural a su alrededor y cómo canalizarla a través de sus manos. Lucy estaba fascinada y emocionada por la perspectiva de poder utilizar sus poderes de manera aún más efectiva.

Mientras tanto, Harley observaba a ambas con admiración. Estaba encantada de ver la conexión especial que Ivy estaba forjando con su hija y cómo estaba ayudando a Lucy a comprender y aprovechar su verdadero potencial.

La noche continuó con conversaciones inspiradoras y momentos de tranquilidad. Ivy y Harley compartieron historias de su pasado, de cómo sus vidas habían cambiado desde que se encontraron y cómo Lucy se había convertido en el centro de su mundo. Fue un momento de conexión y amor, un recordatorio de la importancia de estar juntas como familia.

Al día siguiente, antes de desarmar el campamento, Ivy y Harley decidieron aprovechar la hermosa mañana para llevar a Lucy en una caminata por un sendero cercano.

Emprendieron su camino, siguiendo el estrecho sendero rodeado de árboles altos y exuberante vegetación. Ivy caminaba delante, mientras Harley iba detrás de Lucy, asegurándose de que estuviera segura.

A medida que avanzaban, Ivy señalaba diferentes plantas y explicaba sus propiedades curativas y beneficios para el ecosistema. Lucy observaba con atención, ansiosa por aprender más sobre el mundo natural.

Ivy detuvo su paso y se agachó junto a una pequeña planta con hojas verdes en forma de corazón. La señaló con entusiasmo.

—Mira, Lucy, esta es la planta conocida como trébol de cuatro hojas. ¿Sabías que se considera un símbolo de buena suerte? La gente pasa mucho tiempo buscándola, pero aquí en la naturaleza, podemos encontrarla fácilmente.

Lucy se acercó, asombrada por la rareza de la planta.

—¡Es increíble, mamá! ¿Puedo tocarla?

Ivy asintió y Lucy extendió la mano con cuidado, tocando las suaves hojas del trébol.

—Además de su fama de atraer buena suerte, esta planta también tiene propiedades curativas. Algunas personas creen que puede aliviar los malestares del cuerpo y calmar la mente. Es fascinante cómo la naturaleza nos brinda tantas maravillas —continuó la pelirroja diciendo.

Harley se acercó, sonriendo mientras observaba la escena.

—Ivy siempre ha tenido un talento especial para descubrir las propiedades de las plantas. Es como tener una enciclopedia natural ambulante a nuestro lado.

Su esposa rió suavemente, apreciando las palabras de Harley.

—Bueno, es solo una pequeña muestra de lo mucho que podemos aprender de la naturaleza. Cada planta tiene su propio propósito y contribuye al equilibrio del ecosistema. Es importante que siempre las tratemos con respeto y cuidado —dijo.

Lucy miraba a su alrededor, notando la diversidad de plantas y árboles a su alrededor.

—Mamá, ¿cómo sabes tanto sobre las plantas? —preguntó curiosa.

Su madre sonrió, pensando en sus años de estudio y dedicación.

—Bueno, Lucy, desde muy joven he sentido una conexión especial con la naturaleza. Estudié botánica y ecología en la universidad y he dedicado mi vida a aprender sobre las plantas y su importancia. Y ahora, compartir ese conocimiento contigo es algo que me llena de alegría.

Lucy asintió, sintiendo una creciente conexión con el mundo natural a medida que exploraban juntas.

—Me encanta aprender de ti, mamá. Quiero ser como tú y ayudar a proteger la naturaleza con mis poderes.

Harley se unió a la conversación, apoyando a su hija:

—Y estoy segura de que lo lograrás, Lucy. Tus poderes son un regalo especial y, junto con el conocimiento que Ivy te brinda, puedes hacer una gran diferencia en el mundo.

Lucy sonrió, sintiéndose motivada y emocionada por el futuro.

—¡Gracias, mamá! ¡Gracias, mami! Estoy lista para seguir aprendiendo y explorando.

El trío continuó su caminata por el sendero, sumergiéndose en el ambiente sereno y mágico del bosque. Mientras avanzaban, Ivy seguiría compartiendo su sabiduría con Lucy, y juntas, explorarían la flora y la fauna, fortaleciendo aún más su conexión como familia y su amor por la naturaleza.

Estuvieron así por media hora, y después de un día lleno de aprendizaje y aventura, regresaron al campamento.

Desmontaron las tiendas de campaña y emprendieron el camino de regreso a casa, llevando consigo los recuerdos y las lecciones de su experiencia en la naturaleza que seguramente nunca olvidarían.