—¿A qué te refieres, roja?
—¡La batifamilia, Harley! Ellos son la clave, nos podrán ayudar.
Pero la rubia lo dudó, ¿ellos de verdad podrían ayudarlas? ¿Serían comprensibles con Harley después de todo lo que ella les había hecho pasar?
—¿De verdad piensas que estarán dispuestos a ayudarnos?
La pelirroja frunció su ceño.
—¿Por qué lo dudas?
—Pues... Ya vez como habíamos tratado a Batman la última vez... Junto a ese problema que tuvo que pasar con el joker.
Ivy suspiró.
—El pasado es pasado, seguro ya no le importa.
—Pero...
—¡Vamos, Harley!
—Bien —suspiró.
—Genial, entonces, ¿qué esperas? Vamos con ellos.
—De acuerdo, vamos a buscar ayuda de la Batifamilia. Necesitamos su colaboración para localizar a Lucy y enfrentar a la Reina de las Fábulas —afirmó Harley, decidida a superar sus dudas y seguir adelante.
Ivy asintió, alentando a su esposa. Juntas, se dirigieron hacia la guarida de Batman junto a Clayface y King Shark. A medida que se acercaban al lugar, Harley comenzó a sentir un nudo en el estómago. Recordó los encuentros anteriores con el Caballero Oscuro y sus aliados, y no sabía cómo serían recibidas.
Cuando llegaron a la guarida, Harley se detuvo frente a la entrada. Miró a Ivy con nerviosismo y susurró:
—¿Estás segura de que esto es una buena idea? ¿Qué pasará si nos rechazan?
Ivy colocó una mano reconfortante en el hombro de Harley y le sonrió.
—Confía en mí, Harley. Hemos cambiado, hemos evolucionado. Debemos darles la oportunidad de demostrar que pueden ser comprensivos y colaborar con nosotros. Además, estamos luchando por el bienestar de nuestra hija, y eso es lo más importante.
Con un poco más de confianza, Harley y Ivy ingresaron a la guarida. Sus dos amigos también iban a entrar, pero la rubia los hizo parar.
—¿Qué pasa? —preguntó un Clayface confundido.
—Iremos nosotras dos, somos quienes conocen el comportamiento de Batman más que nadie.
—Yo quería saludarlo —se quejó el tiburón.
—Hablaremos con él rápido —apoyó la pelirroja. —Por favor quédense aquí.
Ambos suspiraron, rendidos, dejando que ellas fueran a hablar con el caballero de la noche.
—Gracias —dijo la de ojos azules antes de retirarse con su esposa, tomándola de la mano.
Inmediatamente al entrar, fueron recibidas por la presencia imponente de Batman, quien las observó con expresión seria.
—Harley, Poison Ivy, ¿qué hacen aquí? —preguntó sin mostrar emociones en su voz.
Harley se aclaró la garganta y tomó aire antes de responder.
—Batman, necesitamos tu ayuda. Lucy ha sido secuestrada por la Reina de las Fábulas, y estamos desesperadas por encontrarla y detenerla. Sabemos que somos responsables de nuestros errores pasados, pero te rogamos que nos ayudes en esta situación.
Él observó a Harley y a Ivy por un momento, evaluando sus palabras y sus intenciones. Luego, asintió y dijo:
—Lucy es inocente en todo esto, y nadie merece sufrir en manos de la Reina de las Fábulas. Estoy dispuesto a ayudar, pero debemos trabajar juntos y seguir mis indicaciones. No habrá lugar para juegos o actos irresponsables.
Ambas asintieron, estando de acuerdo, agradecidas por la oportunidad brindada.
Batman llamó al resto de la Batifamilia, reuniendo a Robin, Batgirl y Nightwing para discutir la situación. Les explicaron detalladamente lo sucedido y la importancia de rescatar a Lucy.
—Entendemos la gravedad de la situación, y haremos todo lo posible para ayudar —afirmó Nightwing, mostrando su apoyo.
—Estamos aquí para proteger a los inocentes y luchar contra el mal. Si Lucy está en peligro, no podemos quedarnos de brazos cruzados —añadió Batgirl con determinación.
Fue gracias al caballero de la noche y al resto del equipo que pudieron localizar después de varias horas el lugar donde posiblemente estaba la villana. No fue para nada fácil saber dónde se encontraba, fue lista para esconderse.
—La tenemos —Robin sonrió, señalando las coordenadas del lugar exacto.
—Les diré a Clayface y King Shark que entren —avisó Harley, saliendo del lugar.
—¿Trajo compañía? No la mencionó en estas cuatro horas que ha estado aquí —murmuró Batgirl.
Ivy se encogió de hombros. No estaba sorprendida del comportamiento de su esposa, ya la conocía.
—¡Oh, mira, Clay, es Batman! —dijo un emocionado tiburón cuando lo vio. No dudó en ir con él y abrazarlo bastante fuerte.
—No es momento para abrazos tan apretados —exclamó Batman tratando de liberarse del incomodo abrazo de aquel tiburón.
Clayface, por su parte, se transformó en una réplica gigante de Batman y se paró junto a él, imitando sus movimientos y gestos.
—Soy el Caballero de la Pasta. ¡Voy a derrotar a la Reina de las Fábulas con mi increíble flexibilidad!
Batman frunció el ceño, visiblemente molesto por la broma para nada graciosa de Clayface.
—En serio, necesitamos mantenernos serios y enfocados. No es momento para jugar, Clayface.
El hombre de arcilla se encogió de hombros y volvió a su forma original, dejando de imitar a Batman.
—Lo siento, señor. A veces es difícil resistir la tentación de hacer bromas.
Mientras tanto, Harley regresó con King Shark y ambos se unieron al abrazo. La pelirroja observaba la escena con una mezcla de diversión y preocupación.
—Harley, deberías recordar que estamos en una misión seria. No es momento para abrazar a Batman o hacer chistes —murmuró cuando se acercó a ella.
—Tienes razón, Ivy. A veces me dejo llevar por mi entusiasmo. Pero ahora estamos aquí para ayudar a Lucy, y no descansaremos hasta que esté a salvo.
Luego de eso ambos dejaron a Batman en paz.
—Ya puede continuar, señor —sonrió el inocente tiburón.
El murciélago solo entrecerró los ojos y continuó:
—Bien, ahora que estamos todos aquí, debemos trazar un plan para infiltrarnos en el lugar donde se encuentra la Reina de las Fábulas. Necesitaremos estrategia y cooperación para asegurarnos de que todo salga bien —cuando finalizó, todos asintieron, estando de acuerdo.
[...]
Lucy se encontraba atrapada en una habitación oscura, incapaz de abrir la puerta. La frustración y el miedo comenzaron a apoderarse de ella, y las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas.
—¡No puedo quedarme aquí encerrada! Necesito encontrar una salida.
En medio de su angustia, notó una planta en un rincón de la habitación. Algo dentro de ella la atrajo hacia la planta, y al tocarla, una corriente de energía recorrió su cuerpo.
—¿Qué está pasando? ¡Siento algo extraño en mí!
Sorprendida por lo que acababa de suceder, Lucy se dio cuenta de que tenía poderes mágicos. Con determinación, concentró su energía en la puerta y, con un destello de luz, logró abrirla.
—¡Lo hice! ¡Mis poderes funcionan!
Sin embargo, al salir de la habitación, se encontró cara a cara con el Dr. Psycho y el Joker, quienes se habían recuperado de su debilidad.
—Parece que la niña escapó. ¡No la dejaremos ir tan fácilmente!
—¡Eso es correcto! Vamos a divertirnos un poco más —el Joker sonrió.
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Lucy | Harlivy
FanfictionTras los eventos devastadores que enfrentaron Harley Quinn, Poison Ivy y su equipo en su búsqueda de redención, surge una nueva amenaza en Gotham. El Joker, Kite-Man y el temible Dr. Psycho se unen en una alianza siniestra para derrotar a Harley y I...