Capitulo 73

4.2K 566 27
                                    

Mientras caminaba lentamente en dirección al castillo, Lily notaba como se le iba pasando el efecto del Felix Felicis

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mientras caminaba lentamente en dirección al castillo, Lily notaba como se le iba pasando el efecto del Felix Felicis. La puerta de entrada había permanecido abierta para ella, pero en el tercer piso encontró a Peeves y tuvo que tomar un atajo para evitar que el poltergeist la detectara. 

En su camino se encontró con el Baron Sanguinario, el fantasma de su casa, quién le comentó que Dumbledore estaba en su despacho, al parecer había regresado a Hogwarts hace una hora. Según dijo, el director parecía tener unos asuntos que atender antes de acostarse. 

Corrió por el pasillo y pocos minutos más tarde decía «¡Bombas de intestinal!» ante la gárgola de Dumbledore, que se apartó y dejó que se montara en la escalera de caracol.

—Adelante.—dijo el director cuando Lily llamó a la puerta. Su voz denotaba agotamiento. Lily entró.—Caramba, Lily— se sorprendió— ¿A qué debo el honor de esta tardía visita?

—¡Lo tengo! Tengo el recuerdo de Slughorn.

Con orgullo, sacó la botellita de cristal y se la mostró a Dumbledore, que por un instante se quedo atónito, pero enseguida esbozó una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Sabía que lo lograrías! ¡Te felicito!

Y, olvidándose de la hora que era, el director de Hogwarts bordeó su escritorio, tomó la botellita y fue derecho hacia el armario donde guardaba el pensadero. 

—Por fin podremos verlo. Rápido, Lily...

Lily obedeció y se inclinó sobre el pensadero. Una vez más estaba dentro de un recuerdo. Estaba en el despacho de Slughorn muchos años atrás. Allí estaba Slughorn, mucho más joven. Estaban en la misma escena de la última vez.

—¿Es cierto que la profesora Merrythought se retira, señor?

—¡Ay, Tom! Aunque lo supiera no podría decírtelo.—le guiñó un ojo— Desde luego, me gustaría saber de dónde obtienes la información, chico; estás más enterado que la mitad del profesorado, te lo aseguro. Claro, con tu asombrosa habilidad para saber cosas que no deberías saber y con tus meticulosos halagos a la gente importante...Por cierto, gracias por la piña; has acertado, es mi golosina favorita. No me extrañaría nada que dentro de veinte años fueras ministro de Magia. O más bien quince, si sigues enviándome piña. Tengo excelentes contactos en el ministerio. 

Tom Ryddle se limitó a sonreír de nuevo mientras sus compañeros reían otra vez. Pese a que Ryddle no era el mayor del grupo, los demás lo miraban como si fuera el líder. 

—No creo que sirva para la política, señor—dijo cuando las risitas cesaron—Para empezar, no tengo los orígenes adecuados.

Un par de muchachos se lanzaron miradas de complicidad; al parecer daban por sentado, o al menos creían, que el cabecilla de su grupo tenía un antepasado famoso, y por eso interpretaban las palabras de Ryddle como un chiste.

Potter Girl [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora