- ¡Hermione! ¡Estamos aquí! -resonó una voz por todo el lugar, y la chica giró la cabeza buscando de dónde provenía.
La mano de Harry ondeando sobre las cabezas de los demás la distrajo de sus pensamientos, pero aún con la duda rondando su cabeza ignoró por dónde pasaba y se acabó chocando con el duro pecho de alguien, cosa que empeoró su aturdimiento.
- Eh, tú, ten cuidad- ¡ah, Granger! -sonó alegre la voz de Blaise mientras, con una sonrisa, le hacía un intento de reverencia en el espacio reducido del invernadero, recibiendo las miradas envenenadas de sus compañeros de casa, y sobre todo de Pansy, que parecía no dar crédito a lo que veían sus ojos. Parecía que todos los serpientes empezaban a caer en picado ante los encantos inexistentes de la Gryffindor.
- Siento haberme chocado -murmuró ella en respuesta, casi sin dirigirle una mirada, intentando a toda costa evitar al mejor amigo del sujeto al que no quería ni ver.
Zabini la observó extrañado, y sus ojos no se apartaron de ella durante toda la clase. Sabía que había algo entre ella y Draco por lo que el rubio le había contado, y estaba dispuesto a averiguar qué era.
- ¿A qué ha venido eso? -preguntó Parkinson al acabar la hora de herbología, acercándose al moreno con curiosidad y algo de indignación. Ella había sido siempre la que confundía a los chicos de su casa, y no iba a permitir que aquello cambiase.
- A que ha venido el qué -preguntó a su vez Zabini, aún mirando de reojo a la morena.
- Eso mismo, mirar a la sangre sucia como si fuera un trofeo que quisieses conseguir. Creía que tenías un listón más alto, Blaise, pero veo que la guerra contra Voldemort ha afectado a muchos más de los que pensaba -concluyó Pansy con una sonrisa de lado, saliendo del invernadero, ondeando su largo pelo negro y moviendo las caderas como si fuese la dueña del lugar.
- ¿Y? ¿No vas a contestar? -cuestionó Draco, reanundando lo que a Blaise le parecía el interrogatorio de los Slytherin hacia su persona, por el simple hecho de haberse interesado por una chica de la casa contraria. ¿Desde cuándo tenía que explicar a sus conquistas?
- ¿Debería? No lo creo, y tú deberías saber que yo no tengo listón. Si la chica tiene cuerpo, cabeza y algo de sangre mágica, puede interesarme. ¿Por qué? ¿Celoso, Malfoy? Pensaba que lo único que querías de ella era un Legeremens en condiciones.
- ¿Yo? ¿De ti? Ni lo menciones, Zabini. No sabía que era una opción para los de nuestra sangre sentir celos hacia los impuros. Nos vemos en clase -terminó, saliendo también del invernadero intentando contener una ira cuya procedencia desconocía. ¿Qué le pasaba? ¿Qué le había puesto en contra de su cómplice en todos sus años en Hogwarts?
En el pasillo hacia la clase de Runas Antiguas, los jóvenes Neville y Harry miraron a una despistada Hermione, que ya se había chocado con tres personas en lo que iba de día. A la chica le pasaba algo, y sus amigos no se iban a quedar cruzados de brazos, Merlín sabía que no.
- Hermione... Hermione, ¿¡Hermione?! -gritó Harry desesperado, sabiendo que probablemente la Gryffindor no le estaba haciendo caso o le estaba ignorando descaradamente.
- Déjala, Harry. Es evidente que está preocupada por algo. Además, tenemos que estudiar mucho para Runas porque éste también es mi primer año. Maldita Luna y su poder de convicción para meterme en clases a las que nunca he asistido -dijo Neville, tirando de la mano de Potter hacia la clase de Runas Antiguas.
Hermione se detuvo en el sitio y, mirando hacia todos los lados, salió corriendo en dirección al bosque prohibido, cuya entrada se encontraba frente a la cabaña de Hagrid, quien probablemente aún estaría en Beauxbatons de vacaciones con su gran, en todos los sentidos, directora.
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Blonde disaster (dramione - editando)
Fiksi Penggemar¿Qué pasa cuando un Slytherin y una Gryffindor se enamoran? Pues qué va a pasar, que los orgullosos Slytherin no permiten que uno de su familia se vaya con un impuro. Eso pasa. ¿Pero podrán Hermione y Draco pasar por encima de las serpientes?