𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟓

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Tougo y sus hijos por fin ya se habían ido, Kazue obviamente había tenido que despedirse de ellos con una sonrisa mientras agitaba la mano en forma de despedida, una vez que ya habían salido por la puerta, su rostro cambio a uno de completo cansancio y fastidio, estaba tan cansado de sonreír tanto...y más sabiendo que estaba fingiendo todo el rato.

-¡Que familia tan agradable! Que bien que vayan a venir más seguido- Dijo aquella mujer de cabellos castaños mientras se llevaba una copa de vino a sus labios.

Y era cierto, vendrían otra vez...aquel sufrimiento de volver a ver a esa insoportable familia volvería a aparecer. Kazue no dijo nada más y subió las escaleras para ir hacia su habitación, dejando a sus padres hablar "maravillas" de aquella familia.

Una vez que logró llegar y sin siquiera abrir los ojos, se tiró a su cama con la intención de por fin descansar, pero noto algo extraño...esa no era su cómoda cama.

-¿Pero qué-...?- Abrió los ojos encontrándose con otros de un lindo color azul...pero ignorando eso, que hacía ese en su cuarto? -¿Que haces aquí? Tu padre y tus hermanos se acaban de ir hace un rato- Kazue se levantó observando como aquel rubio se sacaba los auriculares que traía puestos en sus orejas.

-¿No es obvio? Me quedé dormido- Se frotó los ojos con lentitud.

-¿Y entonces porque no te vas? Vete de aquí y déjame dormir en mi cama porque no pienso dormir en el suelo aunque seas un invitado- Kazue se cruzó de brazos esperando a que el rubio se levantara y se fuera de una vez, pero ni siquiera se movió. -Que molestos sois vosotros, en serio- Sin poder contenerse más, empujó con fuerza al chico que estaba invadiendo su cama, provocando que se cayera y se diera un buen golpe contra en el suelo, poco le importo a Kazue si se había hecho daño o no.

Shu se quedó unos minutos tirado en el suelo, si le había dolido el golpe que se había dado, pero poco le importó. Como pudo se levantó del frío suelo y poso sus ojos sobre aquel chico que segundos antes lo había empujado sin importarle lo más mínimo.

La primera vez que lo vió pensó que sería un chico ingenuo al igual que Yui, ambos con aquella sonrisa de inocencia en sus rostros la primera vez que los conocieron a ellos, los Sakamaki. Pero a diferencia de Yui, la sonrisa del chico era falsa al igual que su actitud "amable", no le sorprendería que incluso ya supiera lo que él y sus hermanos eran, vampiros.

"Al menos no eres tan iluso como creí"

Con ese pensamiento en mente, desapareció de aquella habitación.

Kazue daba vueltas en círculo por su habitación con los brazos cruzados y el ceño fruncido, su mañana ya habia sido arruinada con tan solo una frase

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Kazue daba vueltas en círculo por su habitación con los brazos cruzados y el ceño fruncido, su mañana ya habia sido arruinada con tan solo una frase.

• • •

Y es que, antes de que estuviera enfurecido como lo estaba en ese momento...Kazue había sido llamado por su madre bastante temprano, interrumpiendo su siesta. Obedientemente en cuestión de minutos ya habia llegado a la habitación de ella, no sin antes tocar a la puerta, solo por si acaso...

-¿Para que me llamabas? Espero que sea algo importante ya que es muy temprano y yo aún seguía-...- Fue interrumpido por la voz de su madre.

-La próxima semana irás al instituto- Dijo la de cabello castaño mientras se maquillaba en su tocador.

-¿Qué? Pero...no será en el que están ellos, no?- Preguntó temiendo lo peor, ¿Como se había enterado ella de que la noche anterior se había peleado con los hermanos cabeza de tomate?

-Obviamente mi querido Kazue ¿Que te creías? ¿Que no me iba a enterar del espectaculo que hiciste anoche? Tougo ya me lo contó todo- Kaede se levantó de su tocador mirando con malicia a su hijo, le encantaba ver la expresión de disgusto en aquel rostro, realmente disfrutaba molestarlo.

-Me niego a ir- Contestó con mucha molestia en su voz.

-Oh, Kazue..- Su madre se acercó a el lentamente, con delicadeza agarró el rostro de su hijo entre sus manos y le apretó las mejillas- Tú no eres quien decide eso, lo decido yo, asi que vas a ser un buen niño y haras caso a lo que yo te diga, ¿De acuerdo?- Acarició sus mejillas delicadamente -Ya sabes que soy capaz de todo si es que te opones a lo que yo te diga, no volverás a causar problemas- Sonrió con malicia mientras empezaba a jalar las mejillas de su hijo con fuerza- O si no...ya verás las consecuencias- Dejo de hacer fuerza y soltó el rostro de Kazue, quien se tocó sus mejillas adoloridas mientras soltaba leves quejidos.

Sin más que decir, Kazue salió dando un portazo.

• • •

Por esa razón ahora estaba enfurecido, con su madre y por tener que ir a ese instituto, donde se encontraría diariamente con los estúpidos Sakamakis, como si no tuviera suficiente con que también vengan a su mansión a comer.

Trato de tranquilizarse, porque si no, sería capaz de romper lo que sea que tuviera a su alcance con tal de desquitarse por la ira contenida. Sin poder lograrlo, salió de su habitación a pasos apresurados para dirigirse al gran jardín que tenía en su mansión, extrañamente ese lugar le tranquilizaba cuando estaba en ese estado.

Al por fin llegar, se tiro al césped y llevo sus manos detrás de su cabeza para apoyarse sobre ellas, sin tener que ensuciarse el pelo, pero si la ropa...Una vez estando en esa posición, respiro hondo mientras observaba el cielo y a las nubes pasar, estuvo asi un largo rato, tratando de pensar en las cosas "positivas" de ir a ese instituto sin que sea un total infierno cada día para el.

Poco tiempo después se durmió ahí mismo, pero había algo que no lo dejaba seguir durmiendo...un extraño olor cerca de el...

Apretó los ojos con fuerza al sentir que pequeñas gotas caían sobre su rostro, con algo de miedo fue abriendo los ojos, quizás solo estaba empezando a llover, pero igualmente tenía miedo por lo que sea que fueran esas extrañas gotas y ese horrible olor a...sangre?

♦️𝙊𝘿𝙄𝙊♦️ - Diabolik Lovers X Male!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora