𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟗

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—¡¿Eh? ¿Por qué estáis agarrados de la mano!?— gritó exageradamente el pelirrojo egocéntrico.

Ayato tenía una expresión de asco en su rostro. Sin pensarlo dos veces, se acercó a ambos chicos y los separó a la fuerza, colocándose en medio de ellos.

—Qué te importa, maldito ególatra— respondió el albino, cruzándose de brazos y mirando a su hermano con molestia.

—¿Estás celoso, Ayato? No te preocupes, ahora estoy contigo— bromeó Kazue, pasando un brazo por encima del hombro de Ayato y guiñándole un ojo.

Como era de esperarse, Ayato reaccionó mal y empujó a Kazue al suelo.

—Ash... ¿por qué me están empujando tanto hoy? Parece que no tenéis sentido del humor— se quejó Kazue mientras se levantaba, sacudiéndose el polvo de los pantalones y la camisa, que ahora estaban llenos de tierra.

—¡No te conozco de nada y, además, me caes mal! ¡Es normal que no quiera que te acerques a mí!— gruñó el pelirrojo, ajustándose el uniforme desarreglado con visible molestia.

—Ya, ya, bueno, culpa mía entonces— dijo Kazue, levantando las manos en señal de rendición, sonriendo de manera despreocupada.

Subaru solo veía la escena en silencio, como un chismoso.

Ayato chasqueó la lengua, observando que Kazue tenía un aspecto bastante desarreglado...tampoco se veía tan mal. Les lanzo una última mirada a su hermano y al otro chico, dandoles la espalda y dirigiéndose para entrar en la limusina.

Kazue continuaba sonriendo, ahora más relajado. Lo que había sucedido en la enfermería ya no lo atormentaba tanto como antes. Además, disfrutaba provocar las reacciones de molestia de los Sakamaki, algo que siempre le resultaba divertido.

—¡Bueno! Subaru, tengo que irme. No tengo la suerte de viajar en una fascinante limusina como vosotros, así que me toca caminar —dijo Kazue, comenzando a alejarse.

—Podrías venir con nosotros —propuso Subaru, sorprendiéndose a sí mismo con la oferta y arrepintiendose instantáneamente.

Kazue se detuvo en seco. ¿Lo estaba invitando, en serio?

—Oh, no me esperaba recibir tal invitación, peeeee~ro me temo que tengo que rechazarla respondió con tono juguetón, sabiendo que la idea de ser el centro de atención de seis vampiros era más de lo que podía soportar. Además, no quería encontrarse nuevamente con aquel pervertido.

—Quizás pueda aceptar la invitación otro día, pero ya sabes que mi relación con los demás no es la mejor —añadió Kazue, rascándose la nuca de manera torpe.

—Sí, todos se comportan como verdaderos idiotas —replicó Subaru, mirando hacia la limusina. Al darse cuenta de que solo quedaban Kazue y él en la entrada, suspiró— Ya me tengo que ir, hemos estado aquí demasiado tiempo.

Kazue asintió y se despidió del albino con la mano. Al fijarse en la limusina, notó que unos ojos verdes esmeraldas lo observaban con lujuria. Era Laito, que le sonreía de manera coqueta y lo estaba saludando.

Un escalofrío recorrió su cuerpo. Ese chico no se cansaba de acosarlo, ni aunque le diera una paliza o lo tratara mal.

Ignorando a Laito, Kazue empezó a caminar hacia su casa, deseando solo dormir. La rutina nocturna lo estaba agotando, y anhelaba un descanso de la noche tan extraña que había tenido.

♦️𝙊𝘿𝙄𝙊♦️ - Diabolik Lovers X Male!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora