Capítulo dieciséis.

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El cuarto día llegó, tres días más y Will vería de nuevo a Alex, contaba cada día y cada minuto que pasaba hasta el domingo a las ocho de la noche para poder verlo nuevamente y es que Will no se creía aquel mensaje de parte de Alex: "¿podrías hacerme un favor? regresó el domingo a eso de las ocho de la noche, ¿podrías recogerme en el aeropuerto?" Maldita sea Alex, de tantos que conoces, de tantas personas ¿por qué a él? No sabía, pero lo agradecía.




-Alex. - El hombre volteó y sonrió inmediatamente.

-Iris. - Se levantó del asiento y se acercó a saludar a su hermana menor. No había tenido la oportunidad de convivir tanto con ella debido a que se la pasaba la mayor parte del tiempo metida en el hospital.

Ambos se abrazaron cálidamente por unos segundos hasta que Iris se separó y también se sentó a su lado.

-¿Cómo está tu hija? - Alex volvió a sentarse y preguntó.

-Ella... ella...- Iris no podía hablar, se veía mal, ojerosa, cansada y triste. -¿Papá te dijo que es lo que tiene Alexandra? - Alex tragó duro cuando escuchó el nombre, aún no asimilaba que se llamara así.

Alex negó con la cabeza.

-Alexa tiene...- Iris prontamente comenzó a sollozar. - Le detectaron leucemia. - Iris comenzó a llorar. -Nos dijeron que solía responder muy fácil a los tratamientos convencionales pero el seguro no puede pagar ni siquiera un tratamiento básico. -

Alex no quería admitirlo, le dolía hacerlo y muy en el fondo quería seguir tapando las heridas con curitas, pero no podía más, incluso Alana se lo había dicho. "Deja de disfrazar las verdades". De cierta manera, Iris deseaba que su hermano pagara el tratamiento de su hija.

Pagó más de dos mil dólares, claro que le dolió a él y a su cartera, pero sólo se comenzó a repetir "Alexa no tiene la culpa" una y otra vez para sentirse mejor.

***

-No tenías que haber pagado. - Su padre le habló mientras se sentaba en la silla a un lado de él en el comedor del hospital.

-Quise hacerlo, Iris dice que el seguro no alcanza para su tratamiento. - Alex jugaba con la lata de soda que tenía entre sus manos. -Siento que les debo mucho. - No pudo mirar a su padre a los ojos, le dolía escuchar la verdad.

-No nos debes nada Alex. - Su padre alcanzó la mano de su hijo la acarició con cariño. -Nosotros te debemos más a ti. - Alex miró a su padre con cariño.

Realmente no sabía que habría sido de él sin ese hombre en su vida.

***

Joseph miraba atentamente como su hijo sacaba el postre que había preparado de la nevera.

-No sabía que te gustaba cocinar. - Habló tomando dos platos del fregador

-Me gusta más la repostería. - Contestó Alex caminando hacia la mesa del comedor y dejando el pie de limón que había hecho en esta.

Joseph también dejó los platos en la mesa para después sentarse.

-¿Qué tal el trabajo? No he podido preguntarte mucho. - Volvió a hablar mientras seguía observando a su hijo esta vez cortar el pie y comenzar a servir.

-Muy bien, bastante cansado pero la paga es buena. - Comentó una vez se sentó

-¿En qué dijiste que trabajabas? - Preguntó Joseph tomando su tenedor. Alex se quedó unos segundos en silencio, pensando en si decirle la verdad o no, pero no quería mentirle más. En cambio, su padre tomó una porción de su comida y se la llevó a la boca observando a su hijo.

OJITOS LINDOS ━❝ Will Graham IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora