Capítulo treinta y tres.

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Will no puede evitar levantarse al menos tres veces durante la noche del viernes. Se siente estúpidamente nervioso por el día siguiente y se odia a sí mismo por emocionarse ante la idea de que en un par de horas Alex estaría ahí. No es hasta las dos y media que logra dormir nuevamente y despierta a las siete con cuarenta de la mañana gracias a uno de los canes que lame desesperadamente la cara de Will.

Tratando de evadir los sentimientos de felicidad y emoción que lo invaden constantemente, deja salir unos minutos a los perros mientras en la cocina comienza a preparar la cafetera. Cuenta a cada cane y cuando todos están dentro de nuevo, sube al segundo piso y toma una ducha. Afortunadamente, el día parece ser un poco más soleado y el frío de la noche anterior ha desaparecido. Deja el chaleco que suele usar para pescar en la silla de su escritorio y es desde ahí que puede escuchar el sonido de las llantas.

Alex llega a las nueve con diez de la mañana a la casa de Will, toma un par de cosas que creyó podrían ser útiles y lleva consigo el presente que había comprado para Will hace tiempo.

No hace falta tocar la puerta, ya que los canes funcionan como alarma, y es cuando Will, lleno de emociones, se encuentra con Alex frente a su puerta. Will mentiría si dijera que ver a Alex en ropas informales no era una enorme sorpresa, pero a pesar de estar completamente cómodo, se veía bien.

-¿Acabas de despertar, cierto? - Alex habla una vez entra a la casa de Will y saluda brevemente a los canes a sus pies.

-¿Se nota mucho? - Will sonríe levemente mientras pasa a un lado de Alex y camina hacia la cocina.

-Un poco. - Alex se burla y sigue a Will.

Una vez ambos están ahí, Will toma dos tazas.

-¿Te importa si me hago un té? - Alex interrumpe antes de que Will sirva la segunda taza.

-Uh, sí, no importa. - Will trata de disimular la confusión, pero le es imposible.

-No soy fan del café. - Alex comenta mientras toma la taza en sus manos y se mueve hacia la estufa.

-¿Y por qué nunca me lo dijiste? - Will cuestiona mirando la espalda de Alex, quien alza los hombros mientras llena una pequeña olla con agua.

-No quería ser descortés. - Dice una vez deja el agua en la estufa con el fuego medio.

-Pero siempre lo tomabas cuando te llevaba uno. - Alex se gira y mira a Will con una sonrisa inocente.

-Las cosas que hago por ti. - Dice casi desinteresado, haciendo saltar de alegría el corazón de Will.


*** ojitos lindos ***

Will no deja de burlarse de Alex, es pésimo en la pesca.

-Te dije que no sabía. - Dice Alex mientras deja la caña en manos de Will.

-Ya lo noté. - Will se burla de Alex, quien se cruza de brazos y mira a Will pescar tranquilamente.

-Por eso te dije que tenías que enseñarme. - Alex sigue, y de pronto, la imagen del regalo se cruza por su cabeza y mira rápidamente hacia la orilla del río donde han dejado algunas de sus cosas.

-¿Qué pasa? - Dice Will al ver la repentina desesperación de Alex.

-¡Oh, no es nada! Es solo... - Alex se remueve un poco entre las aguas que tratan de meterse por las botas. -Te compré algo, pero está en la mochila. - Will no puede evitar emocionarse, pero trata de disimular mirando al frente nuevamente.

OJITOS LINDOS ━❝ Will Graham IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora