Capítulo treinta y dos.

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Las siguientes dos noches fueron iguales: Alex aparecía en su puerta a las once de la noche con la cena en la mano y finalmente se quedaba a dormir con él. Will descubrió un nuevo gusto: abrazar a Alex durante la noche y sentir cómo Alex dormía sobre su pecho. Adoraba despertar con Alex cerca, abrazándolo con delicadeza.

Gracias a eso, comenzaron a ir por la mañana a casa de Alex, donde finalmente Will pudo conversar con la hermana de Alex, quien resultó ser muy agradable.

-Alexandra. - Iris llama a su hija, quien estaba jugando con la comida. La niña reconoce que la llaman y deja de jugar para mirar a su madre.

Will sonríe con ternura mientras toma una taza de café y da un sorbo.

-¿Alex te ha contado por qué le puse ese nombre a mi hija? - Iris se sienta frente a Will, observando a su hija y luego a él. Will niega con la cabeza; ya no le sorprende a Iris que Will sepa muy poco de su hermano, ya que ella también ha descubierto mucho sobre él durante la semana que ha estado allí. -Por él. - La respuesta logra sorprender a Will.

-¿Él? - Su mente trata de encontrar una respuesta lógica.

-Sí, tuve a Alexa antes de volver a saber algo de Alex; la llamé así por él. - Iris se detiene unos segundos y toma la taza de café que ha traído consigo. -Alex no tuvo mucha imaginación al cambiar su nombre. - Iris bromea, y finalmente todo encaja en la mente de Will.

-¿Era Alexandra? - Iris mira a Will y asiente lentamente.

-Sí, se llamaba así, pero solíamos llamarla Alexa. - Iris baja la mirada hacia la taza. -Cuando Alex se unió al equipo de fútbol soccer en la escuela, Ethan empezó a llamarlo Alex, tratando de burlarse de él por sus supuestos gustos masculinos o de "chicos". - Iris hace comillas con sus dedos. -Pero al parecer, a Alex le gustaba más ser tratado como uno. -

Will empieza a conocer un poco más sobre Alex gracias a su hermana; suelen hablar sobre Alex y las cosas que solía hacer, cosas que él no compartía.

Y Will no puede evitar pensar en todo lo que Alex debe haber pasado para llegar hasta donde está ahora.

Por última vez, Will se despidió de Iris, y para su sorpresa, Alexandra extendió los brazos hacia él, buscando un abrazo de su tío.

-Le agradas, Alexa es igual de especial que su tío. No todos logran caerle bien. - Iris río mientras observaba cómo Will sostenía en brazos a la pequeña. Era una sensación extraña, ya que habían pasado años desde la última vez que tuvo a un bebé en sus brazos, pero la calidez de la niña le resultaba agradable.

-Menos mal, sería peor si llorara. - Will notó cómo la niña se calmaba en sus brazos, incluso apoyando su cabeza en su hombro.

-Reconoce a un buen tío. - Iris sonríe con ternura viendo a su cuñado cargar a la pequeña, Will mira con nerviosismo a Iris. -Estoy segura de que a Alex le gustaría que fuera así. - Iris susurra mientras toma a la niña en sus brazos y la retira de Will.

Will no puede evitar sonreír por ello, se imaginaba que Alex le platicaría sobre ellos.

-Créeme, Will, todos estaríamos felices de que así fuera. - Iris dijo con calidez mientras observaba a Will. -Me dijo que llevan un tiempo saliendo. -

-No creo que se pueda considerar citas. - Will se burló ligeramente.

-No, pero no necesitaron citas para llegar a este punto, ¿o sí? - Iris respondió antes de darse la vuelta y subir las escaleras.

***


Will se sentía como un adolescente; ciertamente, nunca le había interesado celebrar fechas como el catorce de febrero, pero ese año no podía evitar sentirse emocionado.

OJITOS LINDOS ━❝ Will Graham IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora