Capítulo treinta y cinco.

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Will descubre que pasar el día entero junto a Alex es una de sus cosas favoritas después de la pesca. Alex le ha preparado la cena y tratan de no trasnochar demasiado.

El día lunes, Will evade ciertas responsabilidades y asiste al hospital donde está Georgia Madchen. Aunque Will no menciona de qué hablaron, Alex puede percibir que Will está afectado por la situación.

En el comedor, Alex permanece jugando con la comida que lleva y que, para decir verdad, no tiene mucho apetito.

—Dios, abandoné mi dieta hace como tres meses, subí demasiado de peso. — Alex revuelve la ensalada en el recipiente con cierta molestia.

—¿Puedo sentarme? — Alex levanta la mirada de su comida para encontrarse con Ryan.

—¡Por supuesto! — Alex sonríe al ver a su amigo. —¿Cómo has estado? No te he visto desde hace algunos días. — Alex deja el tenedor y mira al más joven sentarse frente a él.

—Bien, los chicos nuevos no son tan malos en las prácticas como creí. — Ryan fuerza una sonrisa y mira a Alex.

—Claro que no, son novatos después de todo. — Alex se cruza de brazos y sigue la plática. — En algún momento nosotros estuvimos así. — El comentario de Alex, inocente al principio, hace que Ryan alce una ceja y lo mire con desdén.

—Serías tú en todo caso, no por nada yo fui el mejor en mi clase desde el primer año. — Alex queda estupefacto, no esperaba esa respuesta defensiva y agresiva de Ryan. No a pesar de que desde hacía días estaba teniendo un comportamiento así.

—Oh, bueno... — Alex no sabe qué decir. —Por algo lo fuiste. — Alex intenta cambiar el tema, incómodo con la situación, y mira a los lados buscando una distracción o alguna escapatoria, pero no tiene éxito.

—Dime, Alex, ¿cómo va tu trabajo? Supe que tú y Will lograron cerrar un caso. — Ryan pregunta sin despegar la mirada de Alex.

—Will...— Alex menciona el nombre con cierta connotación. — Will fue quien lo capturó. — Alex responde sin entrar en detalles, su mirada está centrada en las mesas de al lado, evitando el contacto visual con Ryan.

Ryan asiente y se inclina un poco sobre la mesa. —Will es muy bueno, ¿no crees? — Los ojos de Alex se mueven rápidamente hasta los ojos marrones de Ryan, que lo observan de manera fija e inquisitiva.

—Lo es. — El rostro de Alex comienza a perder su alegría, sin entender del todo hacia dónde se dirige la conversación, pero ya no le gusta.

Una sonrisa despectiva se forma en los labios de Ryan.

—Es una lástima que no haya podido trabajar más tiempo con él, nos llevábamos bien. — Alex no puede evitar fruncir levemente el ceño ante el tono de Ryan.

<<—Simplemente no me agrada. — >>

Las palabras de Will resonaron en la cabeza de Alex, recordándole que fue una de las principales razones (quizás la única razón) por la cual Ryan dejó de rondar cerca de ellos, solo para complacer a Will.

—Sí, qué lástima. — Alex inclinó un poco la cabeza y frunció sus labios. —Podrías presentar una carta a Jack. — Alex apartó la vista de Ryan, quien rápidamente borró su sonrisa. —Podrías pedirle a Jack que te asesore. — Alex explicó con calma.

Sabía que Ryan estaba buscando algo, pero no iba a mentir, no sabía qué era, si estaba buscando a Will, a Jack o a él: a Alex. Pero no le gustaba cómo se estaban desarrollando las cosas.

—¿Asesorar? —

—Sí, solo debes encontrar una manera de que la carta llegue a su escritorio. — Ryan se las arreglaría con eso, era bueno haciendo que las cosas llegaran a los escritorios de los superiores.

OJITOS LINDOS ━❝ Will Graham IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora