¿Tienes pasta dental? Olvidé traer la mía – Syaoran
No pude evitar reírme esta mañana cuando ese fue literalmente el primer mensaje que recibí en el día, aunque solo unos minutos después de eso se escuchó el estruendo de los enormes amplificadores que Yamazaki había decidido llevar al viaje seguido de la música para que todos despertaran, aunque para mi sorpresa al abrir la puerta de mi habitación encontré a un apenado Syaoran quien ya tenía intenciones de tocar la puerta para ir por la pasta dental, haciendo empezar el día con el característico cosquilleo en la boca de mi estómago.
Por suerte, la mañana pasó volando entre hacer el desayuno, preparar botanas para la playa y el que todas las chicas de la casa nos turnáramos para usar el baño, por lo que no fue hasta casi el mediodía que logramos finalmente irnos a la playa, dejando que la brisa acariciara nuestros rostros y despeinara nuestros cabellos, al respirar aire salado sentimos que por fin esas vacaciones habían iniciado.
Tras un brindis con nuestras bebidas no nos hicimos esperar para entrar al agua, sinceramente creo que ya se me estaba pasando un poco la vergüenza con el asunto de estar en bikini, después de todo me sentía feliz de al fin estar disfrutando las vacaciones y el solo recordar el pequeño, pero significativo beso de Syaoran la noche anterior me tenía con el mejor humor del mundo, por lo menos hasta que pasara algo más.
Intenté persuadir a los chicos de no ir tan lejos, de todas, formas yo no sabía cómo nadar y mi baja estatura no ayudaba en lo absoluto, por lo que tuve que mantenerme un poco alejada de algunos del grupo, junto con la otra mitad del grupo que sencillamente no quería que el agua los rebasara, sin embargo, pasado un rato Akiho, Tomoyo, Eriol y Rika decidieron salirse de la playa ya que querían tomar un poco de sol en la orilla, yo no era demasiado fanática de aquello, por lo que decidí quedarme en la playa con Meiling, ya que Yamazaki y Syaoran se encontraban a unos cuantos metros de nosotras.
-Deberíamos ir con ellos, Sakura – Dijo Meiling, claramente su altura se lo permitía.
-Mis diminutas piernas no alcanzan esa parte – Respondí sin mucho ánimo de avanzar del lugar.
Meiling rodó los ojos y empezó a hacerle señas a Yamazaki y a Syaoran para que se acercaran a nuestro punto, respiré tranquila ya que pensé que nos mantendríamos en esa zona tranquilamente donde mis pies alcanzaban el suelo, sin embargo, me llevé una gran sorpresa cuando los chicos nos alcanzaron y Meiling habló.
-Súbete en la espalda de Syaoran y vamos más allá – Prácticamente demandó la pelinegra.
Sentí mis mejillas sonrojarse de inmediato ante esta petición, especialmente porque Syaoran ni siquiera se ofreció a aquello, no quería ser una carga y mi baja estatura empezaba a frustrarme como solía hacerlo siempre en la playa, sin embargo, mi sorpresa fue tal cuando Syaoran se giró de manera que me daba la espalda y se agachaba un poco.
-Anda, súbete y así podrás ir con nosotros – Dijo él aguardando por mi – Y te aseguro que no es tan profundo como piensas.
Pude haberme negado y regresado a la orilla, pero a decir verdad no quería salirme del agua ni ser aguafiestas, por lo que sin pensármelo demasiado me subí a su espalda, dejando que mis manos descansaran en sus hombros y mis piernas rodearan su cintura, mientras que sus manos me tomaban por los muslos, por suerte el calor del día y el sol hacían disimular el sonrojo en mi cara.
No sé cuánto tiempo estuve colgada a su espalda, pero cuanto sea que haya sido tenía que admitir que me sentí bastante cómoda, incluso cuando tenía que mantener el equilibrio de mi cuerpo y no dejar caer todo mi peso sobre Syaoran, además de que no quería que esta comprometedora posición se tomara como incorrecta, aunque tenía que aceptar que el contacto de mis pechos con su espalda si podría malinterpretarse en muchos niveles.
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Mr. Brigthside
RomanceTodos decían que los veinte eran una etapa llena de retos y emociones, pero nadie mencionó que a la par sentiría mi vida de cabeza, y yo, Sakura Kinomoto, no esperaba que todo esto viniera acompañado de una nueva ciudad, trabajos de infierno, amigos...