Dos días después...
-Fue uno de los mejores jodidos días de toda mi vida – Dijo Syaoran tras un rato de silencio entre nosotros.
Solté una risa ante lo inesperado de su comentario y me limité a responderle sin quitar los ojos del camino frente a mí – ¿Me lo dices o me lo preguntas?
-Es que ¿no te pasa que te vas a dormir y te cuestionas si realmente viste a Coldplay en vivo o si solo fue un maldito sueño?
El cómo relataba como había sido la experiencia desde su punto de vista me daba la impresión como si quisiera gritar de la emoción en cualquier momento, y es que era el mismo sentimiento que yo experimentaba desde esa noche, aunque debía admitir que estas sensaciones también estaban fuertemente influenciadas por todo lo que ocurrió después del concierto... ¿y cómo no estarlo? Me sentía en una nube desde entonces.
-Por supuesto que si – Contesté a su pregunta con una sonrisa de medio lado mientras mi estómago cosquilleaba ligeramente solo de recordar – Si pudieras definir todo lo que pasó esa noche con una palabra ¿Cuál sería?
Esta pregunta había estado dando vueltas en mi cabeza desde el momento en que me dejó en mi casa la mañana siguiente cuando volvimos de Yuzawa, y por supuesto que no había podido sacarme de la cabeza ni el concierto ni lo que pasó después en la habitación de hotel, y aunque nosotros no lo hayamos puesto aun en palabras, si había sucedido.
Nos habíamos acostado.
Ver a mi banda favorita de todos los tiempos mezclado con el hecho de haber escalado a un nivel más íntimo con Syaoran, era sin duda de las mejores sensaciones que podría haber experimentado, y creo que la mejor palabra para definir esto, fue sin duda la que él expresó en voz alta.
-Surrealista – Dijo con simplicidad.
Sin duda, no pudo haberlo dicho mejor.
-Sabes, estoy muy feliz de que hayas estado ahí conmigo – Respondí mirándolo de reojo sin apartar la vista del camino, no podía olvidar que seguíamos en mis lecciones de conducir – No puedo imaginar a nadie más a mi lado en ese momento.
-Lo mismo digo – Vi como sonrió de medio lado haciendo que mi pulso se disparara – Fue mejor imposible ¿no?
Asentí con la cabeza sin atreverme a decir nada más y traté de concentrar mi atención en el pequeño estacionamiento en el que solíamos tomar mis prácticas. Por alguna razón podía hacerle cualquier pregunta sobre el concierto, sin embargo, cuando decidía abordar lo que pasó después de este, toda mi valentía se iba a cero, y no entendía la razón.
Habíamos tenido relaciones y ninguno se opuso, incluso nos habíamos acurrucado y dormido juntos, contando como una de las pocas veces que he dormido con un hombre toda la noche. La mañana siguiente había sido como si aquello fuese parte de nuestra rutina, considerando que bromeamos entre nosotros y no faltó la segunda ronda de lo que empezamos la noche anterior.
Me había sentido la persona más feliz en esas horas, pero ¿por qué no podía hacérselo saber?
-Sabes, creo que está demás decírtelo, pero ya sabes conducir – Soltó luego de un rato de silencio.
Esta confesión a mis oídos y tuve que mirarlo de reojo rápidamente – Tienes que estar bromeando.
-Jamás he sido tan serio con algo – No había un solo rastro de diversión en su rostro.
-Pero solo han sido tres clases – Respondí sin poderme creer lo que decía – Bueno, técnicamente cuatro si contamos la de la noche de la exhibición de arte fallida.
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Mr. Brigthside
RomanceTodos decían que los veinte eran una etapa llena de retos y emociones, pero nadie mencionó que a la par sentiría mi vida de cabeza, y yo, Sakura Kinomoto, no esperaba que todo esto viniera acompañado de una nueva ciudad, trabajos de infierno, amigos...