En el capítulo anterior...
-Es Syaoran – Dijo Meiling finalmente – Tuvo un accidente con su auto hace unas horas, está en el hospital.
Creo que por un momento olvidé como respirar y las lágrimas ya formadas bajaron con más fuerza sobre mis mejillas.
Si la sensación de no poder alcanzar su mano en el sueño fue frustrante, el tenerlo que enfrentar en la realidad era simplemente desgarrador.
oOo
Apagué el motor del auto al mismo tiempo que mi celular empezaba a sonar una vez más, había escuchado su sonido varias veces, pero todavía no me sentía capaz de hablar por teléfono y conducir al mismo tiempo, especialmente con la cantidad de ansiedad y miedo que experimenté desde que recibí la llamada de Meiling.
Rebusqué mi celular en mi bolso y al encontrarlo vi el nombre mi amiga pelinegra en la pantalla, y no creo que ella se encontrara mucho mejor que yo.
-Hola – Dije llevándolo a mi oreja – ¿Vienes en camino?
-Estoy en el trabajo, me escapé un momento al baño para llamarte – Dijo ella notoriamente preocupada – Lo siento, no pude cambiar mi turno porque no se trataba de ningún familiar directo, pero apenas termine mi turno iré.
Suspiré pesadamente, Meiling era prácticamente mi única esperanza para no enfrentar esto sola, ya que ni Akiho ni Tomoyo pudieron cambiar sus turnos a último momento, y como si fuera cosa del destino, yo era la única que tenía la mañana libre.
- ¿Qué hay de Yamazaki? – Pregunté levemente esperanzada.
-La madre de Syaoran lo llamó precisamente a él porque fue el primer contacto de nosotros que encontró en su celular después del accidente, pero Yamazaki me llamó a mi porque él está en Nagoya con la banda y no regresará hasta el final de la semana.
Volteé la mirada hacia la izquierda y vi a través de la ventana la fachada del enorme hospital, solo había estado ahí en una ocasión desde que vivía en Tokio ya que por suerte no había tenido la necesidad, sin embargo, el solo imaginarme que alguien a quien quería mucho estaba ahí adentro me ponía los pelos de punta.
-Lamento que tengas que hacer esto sola – Escuché que dijo Meiling luego de un rato de silencio – De verdad, no te imaginas cuanto intenté cambiar mi turno para ir contigo.
-No te preocupes, voy a estar bien – Respondí restándole importancia – No era mi idea de "reencuentro", pero supongo que tengo que dejar de lado todo lo que sucedió.
-Eres muy buena como para sacarle todo eso en cara ahora mismo, sé que no lo harás – Dijo Meiling tratando de alentarme – Además, el que hayas decidido ir a verlo pese a todo lo que sucedió, ya habla bien de ti como ex.
Me sonrojé levemente ante el comentario – No somos ex's.
-Pues actúan como tal al evitarse el uno al otro por meses – Sonaba incluso como a un reclamo de su parte y no lo encontré acorde con la situación – Es ridículo hasta cierto punto.
-Ese tema no es relevante ahora, Meiling – Corté, esta conversación estaba solo aumentando mi ansiedad.
-No pretendo hacerte sentir mal, y honestamente si me pareces valiente y buena persona por ir a verlo – Respondió en tono serio – Y si, Syaoran es un imbécil por también quitarnos el habla al resto de nosotras, pero ustedes dos no le han hecho frente al asunto, simplemente lo dejaron crecer.
-Estoy pensando seriamente el hecho de golpearte apenas te vea – Yo no era violenta, pero Meiling empezaba a enojarme.
-Solo te hago una última pregunta, y ni siquiera tienes que responderme, solo piénsala un poco – Su tono seguía siendo serio, pero un poco enigmático – ¿Ha valido la pena que se alejaran considerando que eran inseparables?
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Mr. Brigthside
RomanceTodos decían que los veinte eran una etapa llena de retos y emociones, pero nadie mencionó que a la par sentiría mi vida de cabeza, y yo, Sakura Kinomoto, no esperaba que todo esto viniera acompañado de una nueva ciudad, trabajos de infierno, amigos...