El show de Daichi había sido tal y como lo esperé, y es que creo que no dejé de reírme ni un momento, y Syaoran, quien había estado a mi lado todo el tiempo, tampoco había sido tímido al demostrar con sus risas lo mucho que había disfrutado aquello, sin embargo, al finalizar el show volvimos a la realidad, una en la que nos encontrábamos en su auto sumidos en un silencio nada propio de nosotros mientras nos dirigíamos a recoger a una amiga suya para irnos a una fiesta.
Si, justo antes del show de Daichi Syaoran me había invitado a una fiesta en la ciudad, una que se llevaría a cabo precisamente porque era el cumpleaños de una de sus mejores amigas que hasta la fecha yo no había tenido la oportunidad de conocer, ya que según Syaoran había estado sumida en una relación bastante cuestionable al punto de que el mismo Syaoran tenía varios meses sin verla. Yo no tenía idea de que tan unido sería a esta amiga, sin embargo, él alegaba que ella fue de las primeras personas en conocer cuando se mudó a Tokio, y debía que admitir que eso no me dejó más tranquila.
Nosotros no teníamos nada, y tenía que admitir el hecho de haber estado celosa de Meiling en el pasado, pero era diferente porque Meiling era mi amiga y la conocía bastante bien, pero esta chica en cuestión era una total desconocida para mi ¿Qué pasaba si era mucho más madura? ¿y si ella y Syaoran habían tenido algo que ver en el pasado? Esto se había convertido en una nueva inseguridad para mí, o eso me estaba planteando cuando de repente la voz gruesa de Syaoran interrumpió mis pensamientos abruptamente.
- ¿No te parece que estamos un poco callados? – Dijo mirándome de reojo mientras conducía su auto.
Resoplé pesadamente, aparentemente no solo yo lo había notado – Si, y no lo entiendo... Tú y yo nunca nos callamos cuando estamos solos.
-Si, digo siempre tenemos algún tema genial del que hablar, y tengo la ligera impresión de que necesito contarte algo, pero en este momento no lo recuerdo – Respondió un tanto apenado – ¿Tú tienes algo que quieras decirme?
-No hay nada nuevo que contar, creo que todo sigue igual – Y estaba completamente sincera, mi vida no había sufrido muchos cambios considerables desde la última vez que nos vimos, además de que habíamos mantenido conversaciones breves por texto, por lo que prácticamente estaba al tanto de mi vida.
-Bien – Dijo Syaoran sin quitar la vista del camino y soltando algo que me tomó completamente desprevenida – Entonces ¿por qué no mejor me cuentas sobre ese sueño que tuviste hace un tiempo y que me involucraba de alguna manera?
Tuve admitir que quedé sin palabras por una fracción de segundos mientras sentía unas ganas muy fuertes de golpearme a mí misma, debía estar completamente dormida cuando le aseguré contarle sobre aquel sueño tan sugerente que tuve con él. Había pasado más de un mes desde aquello, pero entre una cosa y otra no nos habíamos quedado a solas hasta este momento, y él lo había recordado.
Quería contarle, ya que me había propuesto de que probablemente esta sería mi oportunidad para dar el siguiente paso, pero en ese momento no estaba muy segura de querer hacerlo, no cuando todavía teníamos toda la noche por delante y además estaba su amiga de la cual yo no tenía idea. Mi temor de embarrarla era mucho mayor, por lo que decidí que le contaría, pero no sería hasta el final de la noche, era un plan cobarde, pero en este momento no me sentía con muchas agallas.
-Te lo contaré luego – Respondí mirando hacia la ventana, no quería hacer contacto visual que me delatara.
- ¡Tienes que estar bromeando! – Escuché que dijo con un tono de indignación.
Solté una risa y lo miré de reojo – ¿Qué tiene de malo? Dije que te contaría, solo que no justo ahora.
- ¿Por qué no ahora? – Contestó mirándome rápidamente, y admito que sentí un nudo en el estómago ante esto – Estamos solos en mi auto, luego de un show de comedia... creo que es el momento perfecto para que me cuentes.
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Mr. Brigthside
RomanceTodos decían que los veinte eran una etapa llena de retos y emociones, pero nadie mencionó que a la par sentiría mi vida de cabeza, y yo, Sakura Kinomoto, no esperaba que todo esto viniera acompañado de una nueva ciudad, trabajos de infierno, amigos...