- ¿Y cómo has estado? – Preguntó Syaoran tras habernos mantenido callados desde que nos despedimos del Meiling y el resto.
Me removí incómodamente en el asiento del copiloto y me atreví a mirarlo de reojo, no había apartado los ojos del camino – Bien, ya sabes, solo he estado trabajando... No hay nada nuevo que contar.
Por supuesto que eso era una mentira.
Era cierto que desde el concierto solo me la había pasado trabajando, sin embargo, mi mente no había descansado al pensar en la ausencia del chico a mi lado, y sabía que no era sano, pero era la verdad.
- ¿Qué hay de ti? ¿Cómo has estado? – Mis preguntas no eran precisamente las que me habría gustado expresar en voz alta, ya que yo estaba ansiosa por saltarme el momento donde le cuestionaba que demonios había hecho para recibir indiferencia de su parte los últimos días.
-Tampoco tengo nada nuevo que contar – Dijo sin dejar de mirar el camino, por suerte ya estábamos cerca de casa, por lo que no debería faltar mucho para que se estacionara – Y cómo te habrás dado cuenta, me estuve tomando un tiempo.
¿Tomándose un tiempo? ¿Justo cuando decidió soltar semejantes declaraciones en nuestro último encuentro? Esto tenía que ser una jodida broma.
-Si, pude darme cuenta de eso – Solté en un tono cortante y sin atreverme a mirarlo.
Syaoran no dijo nada al respecto y simplemente mantuvo su vista fija en el camino hasta que sentí como el auto se detuvo. Al mirar por la ventana del copiloto me di cuenta de que estábamos parados a unas calles de mi casa, el punto donde habíamos llegado a tener las mejores y las peores conversaciones dentro de este mismo auto, cosa que me hizo preguntarme cual sería el resultado de esta en específico.
Syaoran suspiró pesadamente poniendo el freno de mano y luego se giró hacia mí – ¿Cómo estuvo la prueba de conocimientos?
Suponía que íbamos a empezar por algo suave, aunque esto no disminuía mi enojo con él considerando que sabía lo mucho que eso me estaba preocupando antes de desaparecer – Estuvo bien, aprobé.
Mis respuestas eran cortas y un poco cortantes, por alguna razón quería gritarle que estuve los últimos días preguntándome si yo había tenido que ver con su desaparición, ni siquiera fui capaz de decirle que en realidad que tuve que hacer la prueba de conocimientos dos veces porque no logré concentrarme en el primer intento.
-Sabía que lo tenías resuelto – Respondió sonriéndome de medio lado – ¡Te sabías la teoría antes de siquiera saber la práctica!
Su entusiasmo me hizo sonrojar levemente – No es para tanto.
-Si lo es, ya pasaste lo más complicado.
- ¿Lo más complicado? – Dije incrédula de sus palabras – ¡Todavía me falta la prueba práctica!
- ¿Bromeas, Sakura? ¡La mayoría de las personas suelen desaprobar la prueba de conocimientos al menos 2 o 3 veces! – Respondió completamente convencido de sus palabras – ¡La prueba práctica será pan comido!
Bufé – Si claro.
- ¡Pregúntale a cualquiera! – Dijo firme a su posición y frunciendo el entrecejo levemente – Eres la única que siquiera le dio una ojeada al estúpido libro.
- ¡Y por esa razón no tuve que repetirlo tantas veces! – Jamás iba a admitirle que a pesar de todo tuve que hacer la prueba de conocimientos dos veces, sin embargo, tampoco iba a darle la razón con tanta facilidad.
Esto era guerra.
-Y por esa razón estoy casi seguro de que vas a aprobar la prueba práctica sin problemas – Concluyó con una sonrisa orgullosa.
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Mr. Brigthside
RomanceTodos decían que los veinte eran una etapa llena de retos y emociones, pero nadie mencionó que a la par sentiría mi vida de cabeza, y yo, Sakura Kinomoto, no esperaba que todo esto viniera acompañado de una nueva ciudad, trabajos de infierno, amigos...