Capítulo 35

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Un par de horas más tarde...

-Demonios, no contaba con esta lluvia tan fuerte después del concierto – Dijo Syaoran sin apartar los ojos del camino.

- ¿Estás seguro de que puedes ver con el clima así? – Pregunté sintiendo un poco de temor al respecto, yo iba de copiloto y era imposible ver el camino por la tormenta que se estaba desatando en Yuzawa.

-Podría arriesgarme si estuviéramos en Tokio o por lo menos cerca – Respondió resoplando – Pero no conozco estas calles... Lo siento.

Sacudí la cabeza – Ni siquiera lo menciones, ninguno podría saber que así iba a estar el clima justo esta noche.

Entendía la posición de Syaoran, era el conductor designado y yo siempre iba segura con él al volante, pero ninguno de los dos contaba con que para el final del concierto se desencadenara una tormenta que no había parado y que literalmente cubría todo el camino. Y entendía que de haber estado en Tokio las cosas serian diferentes porque él conocía las calles, pero en una situación desesperada se requerían soluciones desesperadas... y también comentarios desesperados como los míos.

-Si te soy sincera entre la oscuridad de la carretera y la lluvia me siento en una película de terror – Solté tratando de romper un poco la tensión que se había formado, incluso habíamos apagado la radio para que Syaoran se concentrara.

Y aparentemente mi alivio cómico sirvió ya que él relajó sus facciones y soltó una risa que no escuchaba desde que estábamos en el concierto – Bien luego de esa comparación debo resaltar la situación aquí... Deberíamos pasar la noche en Yuzawa.

Después de ver la interminable lluvia, me esperaba una propuesta como esta, de cualquier manera, era lo más seguro para ambos, y considerando que ya era pasada la medianoche solo serían un par de horas las que estaríamos ahí, y aunque si me preocupaba un poco lo que mis padres podrían interpretar de toda la situación, estaba segura a de que lo entenderían.

-Estoy de acuerdo.

-Bien – Respondió viéndome de reojo rápidamente – Daré vuelta en el siguiente retorno y conduciré hacía un hotel que vi unas calles atrás, de seguro habrá habitación.

-Si, me parece bien – Dije mientras tomaba mi celular – Avisaré a mis padres para que no se preocupen.

Vi como Syaoran asintió volviendo su vista hacia el camino, aunque a decir verdad ni mi broma ni la conversación sobre nuestra estadía en Yuzawa esa noche hicieron que la tensión desapareciera, por lo que volvimos a sumirnos en un silencio que solo era interrumpido por el estruendo de la lluvia.

Aparté mi vista de Syaoran y la dirigí hacía la ventana, tenía un nudo en el estómago que solo se fue acentuando con las horas, porque, aunque ninguno de los dos lo hubiese mencionado, ambos teníamos vivo el recuerdo del beso en medio de Fix You. Claramente me dejé llevar por el momento, ni siquiera pensé en lo que esto podría ocasionar y todavía no se si estaba arrepentida o no, considerando la conversación que tuvimos antes del concierto, y aunque no quería justificarme, tenía que admitir que todo el ambiente y el estar con Syaoran en aquel lugar hizo que simplemente dejara que mis sentimientos hablaran por mí, tal y como lo habían hecho la primera vez que lo besé. Sabía que un beso no era lo más amistoso del mundo y fallaba a mi promesa de no tratar el tema de "nosotros" ese fin de semana, pero por alguna razón yo quería demostrarle cuan feliz y agradecida estaba de que él estuviese ahí conmigo.

Sentí mis mejillas sonrojarse... ¿en qué momento se me ocurrió que un beso de ese tipo era un acto de agradecimiento amistoso? Y aunque podría decir que perdí la cabeza por completo, ya no tenía caso que siguiera reprimiéndome: estos eran mis sentimientos y creo que era ese momento o ningún otro para expresarlos lo mejor que podía.

Mr. BrigthsideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora