Capítulo 22

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Al día siguiente...

Mi torpeza era una característica muy resaltante en mi desde que tenía uso de razón, y por ese motivo siempre le había atribuido a esto el hecho de que no era demasiado buena para los deportes, y cuando decía que no era demasiado buena era porque siempre había sido terriblemente mala al punto de que en la escuela era la última que solían escoger para los equipos de voleibol, y es que digamos que las pelotas y yo no éramos muy amigas.

Por esa razón el hecho de que se les haya ocurrido ir a jugar bolos no me emocionó al primer momento.

Miré mis pies un poco frustrada, el plan de venir a jugar bolos había salido completamente improvisado al punto de que solo estábamos Syaoran, Tomoyo y yo, solo faltaban dos días para que mi amiga volviera a Osaka y queríamos disfrutar el mayor tiempo posible con ella, sin embargo, no todos los chicos habían podido venir, por lo que eso nos dejaba a nosotros tres teniendo una velada en los bolos, la cual empezaba a hacerme enojar por no haber podido derribar un solo pin aún.

Vi cómo era el turno de Tomoyo, por lo que Syaoran volvió a su asiento junto a mi e inmediatamente al ver mi cara dedujo lo que me pasaba, por más que intenté disimularla.

-Puedes hacerlo – Dijo él animadamente haciendo que apartara la vista de mis pies – Solo debes lanzar la bola con un poco más de fuerza y más hacia el centro.

Bufé incrédula y lo miré – Lo he intentado durante la última hora y aun no logro hacer una sola jugada ¡soy malísima para los deportes!

Syaoran rodó los ojos – No se trata de ser buena o no, solo debes ponerle actitud.

Bueno, aunque no quisiera admitirlo él tenía un buen punto y estuve por decirle algo al respecto, sin embargo, Tomoyo regresó a la zona de los asientos y le habló a Syaoran mientras tomaba su celular para revisarlo – Fallé esa última, creo que mis posibilidades de ganarte se han esfumado, Li.

-Aún queda bastante juego por delante, así que ya lo veremos – Dijo el ambarino levantándose de su asiento y dejándome bastante confusa, se suponía que era mi turno, sin embargo, se dio cuenta de ello y decidió aclarar sus intenciones – Vamos, te explicaré paso a paso como hacerlo.

Torcí mi expresión mientras me levantaba y caminaba junto a él – Tu y Tomoyo ya me han explicado todo y aun así no lo logro.

Syaoran ignoró por completo mi protesta y espero a que tomara la bola para hablarme – Escucha, el secreto es lanzar la bola con un poco de rabia.

Esta vez quedé completamente desconcertada y estoy segura de que mi cara habló por si sola – ¿Rabia?

-Si, sé que suena descabellado, pero funciona – Respondió con total naturalidad mientras se ponía en posición – Debes poner tu brazo de esta forma y tratar de dejarlo justo así mientras te flexionas un poco para lanzar la bola con fuerza, además el truco es mantener la bola en el centro mientras mueves tu cuerpo un poco hacía la izquierda.

-Me está costando un poco procesar tantos pasos a la vez – Le dije con sinceridad viendo hacia los pines – ¡Mis brazos y piernas no tienen coordinación en lo absoluto! ¿Recuerdas lo que comenté una vez sobre la envidia que le tengo a los bateristas?

-Inténtalo – Respondió Syaoran ignorando mis protestas y dándome ánimos – Voy a estar justo aquí... Solo haz exactamente lo que te dije.

Suspiré resignada mientras veía la bola color verde entre mis manos, sentí la mirada de Syaoran sobre mí haciendo que el nerviosismo aumentara, sin embargo, decidí seguir sus indicaciones lo mejor que pude e intenté acatar sus instrucciones al pie de la letra, pero apenas logré lanzar la bola supe que no lo había hecho con la fuerza, o más bien la "rabia" suficiente, por lo que volví a fallar en mi tiro, sintiéndome realmente frustrada.

Mr. BrigthsideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora