Capítulo 6: Lecciones para conseguir una cita

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El sonido de la televisión llenaba con un suave murmullo la estancia. A través del balcón, con la puerta corrediza ligeramente abierta, entraba apenas una delicada brisa que a duras penas le ayudaba a refrescarse.

Si el otoño no llegaba pronto a su vida, la próxima ola de calor la iba a matar. No tenía pruebas, pero a esas alturas de la vida tampoco tenía dudas.

Además, el calor le impedía pensar con claridad. En esos momentos lo más razonable que podía estar haciendo era estudiando, pero cuando intentó tomar su libreta y empezar a repasar sus notas sentía que por más que leía no lograba fijar absolutamente nada en su memoria. Luego de casi una tortuosa hora se dio por vencida, y optó por acostarse en el sofá y encender el televisor.

Ante el sonido del televisor encendiéndose, Fate se apresuró a sentarse en el suelo de una manera nada ceremoniosa, abrazando sus piernas mientras miraba atenta a la pantalla.

Nanoha no podía negar que, al pasar los días, había empezado a tomarle cierto cariño a su inesperada compañera de departamento. Fate era una chica bastante atenta y definitivamente sabía escuchar. Hablar con ella se le hacía bastante fácil, y también era bastante acertada en sus consejos, sobre todo cuando sabía que Nanoha estaba enojada por alguna situación en su trabajo, o en la universidad. Además, también se había dado cuenta de que la joven fantasma se distraía con cosas bastante simples.

Como las horribles películas de comedia romántica, o los programas de citas.

Se sentía bien tenerla cerca. Aunque no creía ser capaz de explicarle a sus padres que tenía una amistad con un fantasma.

Luego de pasar por varios canales, finalmente habían encontrado una retransmisión de un programa de citas que estaban pasando en un canal juvenil. Aprovechando una pausa comercial, Nanoha aprovechó de levantarse por unos escasos minutos para hacer algunas palomitas de maíz en el microondas, y alcanzó a sentarse justo a tiempo para el inicio del programa, dejando las palomitas en la mesa de centro, tan al alcance de su mano que solo tenía que estirarla perezosamente para tomar un puñado.

Sabiendo que ese programa de "citas" era bastante obsceno, mentalmente se preparó para ver a Fate perder los estribos.

— ¡Pero mira a ese imbécil! — exclamó Fate ofendida, mirando en el televisor como un chico de grandes pectorales le tocaba el trasero a una chica desconocida que estaba justo al lado de quién, hasta lo que tenían entendido viendo los episodios anteriores, era la novia oficial del chico.

— Pero Fate, si ese es el chiste del programa — comentó Nanoha divertida — Están haciendo retos para ver quién alcanza a meterse con más personas.

— ¡Argh! No lo soporto — agregó la rubia con una mueca, mientras tomaba una palomita y la aventaba a la pantalla — Fue con su novia ¿Para qué aceptó el estúpido reto?

— ¡Pero mira a la novia! — se apresuró a decir Nanoha, llevándose un par de palomitas a la boca — Creo que se va a besar con la extraña.

Y, efectivamente, la esbelta novia del chico musculoso, que parecía haberse excedido un poco con la bebida, rodeó a la chica desconocida por la cintura y le plantó un beso que definitivamente tenía que estar censurado.

Fate solo mantenía la vista en la pantalla, sin quejarse. Pero, mirándola fijamente, Nanoha no pudo evitar percatarse de algo.

Sus pupilas dilatadas, el intenso sonrojo que coloreaba las pálidas mejillas del espectro. Casi podía jurar que la rubia había tragado grueso.

— Fate — dijo de pronto Nanoha.

— ¿Mmmm?

— ¿Te gustan las chicas?

Espectral (¡Mi fantasmal historia de amor!) NanoFateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora