Capítulo 14: Otro invierno lejos de casa

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Había algo de nostalgia ligado intrínsecamente a la temporada de invierno. Para ella, que venía de una ciudad pequeña en donde prácticamente todos se conocían, usualmente en los crudos inviernos que podían presentarse en ese lugar era cuando más veía actos de solidaridad. Siempre, el que tenía mucho a su disposición había tomado la costumbre de tener disponible para esa fecha un plato caliente para el que lo necesitara, e incluso las diferencias familiares podían tener una pausa durante esa temporada para compartir una bebida caliente.

El invierno en Uminari era menos crudo en cuanto a clima se refería, o al menos las heladas no eran tan fuertes como en su ciudad natal, pero a nivel emocional parecía ser bastante inhóspito. Mientras más grande la ciudad, menos vínculos emocionales se creaban entre la multitud de habitantes. En ese tipo de ciudades solían prevaler las necesidades individuales por sobre la preocupación hacia los demás, casi como un requisito indispensable para la supervivencia.

Y Uminari era una ciudad muy, pero muy grande.

Ese invierno en particular había hecho aparición con bastante fuerza, con temperaturas que te hacían necesitar varias capas de ropa para poder capear el frío inclemente, y lluvias repentinas que, si no estabas preparado, podían pillarte desprevenido y dejarte empapado a mitad de la calle en cualquier momento del día. Quizá eran los cielos completamente nublados que se presentaban comúnmente durante esa época, o también el aspecto lúgubre de las calles desoladas al finalizar su turno en el bar, pero era justo para esas fechas en donde más extrañaba su hogar de infancia.

Ese sería ya su tercer invierno lejos de casa. Ahora, con la responsabilidad del departamento, sus bolsillos no estaban como para realizar viajes repentinos por las puras, y si quería seguir pagando ese lugar tampoco podía darse el lujo de pedir algunas semanas libres en el trabajo para visitar a su familia. Su familia tampoco estaba en una posición económica que les permitiera viajar para esas fechas sin descuidar sus asuntos, así que le tocaría esperar quizá al próximo invierno, por si tenía algo más de suerte. Tal vez si empezaba a reunir de a poco, empezando desde ahora, podría darse el gusto.

Si no fuese por la presencia de Fate, ese invierno sería bastante solitario para ella.

Su espectral compañera de piso también se había mostrado un poco taciturna desde el inicio del invierno. De por sí, la experiencia con sus recuerdos que le había dejado el último ritual había tocado algo en lo más profundo del ser de la rubia, quién tardó algunos días en asimilar mejor lo que había sucedido. A pesar de que Rein les había explicado de manera superficial a Nanoha y a Hayate lo que había pasado, no fue sino hasta que Fate se había atrevido a desahogarse con ella que entendió un poco mejor qué era lo que le sucedía.

El haberse enterado que tenía una hermana menor la había dejado profundamente conmovida. Y luego, esa conmoción se había transformado en culpa.

Fate, con su actuar impulsivo, le había salvado la vida. Pero, también, la había dejado desprotegida. Después de haberle prometido a su madre que siempre cuidaría de su hermana menor, por sus arriesgadas acciones había dejado a la pequeña sola.

La culpa reptaba en lo más oculto de su inconsciente. No podía estar en paz hasta que supiera que su hermana estaba bien y a salvo, y eso solo se solucionaría de la manera más sencilla posible. Fate tenía que encontrar a Alicia.

Sonaba tremendamente sencillo, pero en una ciudad tan grande como Uminari, y sin mayores referencias, la tarea era endemoniadamente difícil, para no decir imposible.

Decidida a ayudarla, Nanoha había hecho su propia búsqueda para encontrar cualquier pista de la joven a la que tenían que ubicar, pero sus esfuerzos, hasta ese momento, seguían siendo en vano. La única persona en el edificio que pudo darle una leve referencia fue la anciana con la que se había topado durante el primer día, quién solo pudo decirle que efectivamente en el departamento que ahora ocupaba habían vivido anteriormente dos hermanas, pero una había fallecido en un trágico accidente, y le habían perdido el rastro a la que había sobrevivido.

Espectral (¡Mi fantasmal historia de amor!) NanoFateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora