Nuestro primer beso...

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Plaifa 19 años/ Engfa 17 años/ Charlotte 16 años❞


•••

El paisaje era hermoso, había un río con agua azul, cristalina, se escuchaba la corriente, el sonido de los árboles y animales alrededor.

"Es bueno que hayamos perdido de vista a Plaifa", susurró la castaña de ojos avellana con una sonrisa en su rostro.

"Así es, ya no los molestará más", respondió Engfa con una sonrisa también.

"¿Quieres sentarte aquí?", señaló la orilla del río. "Podemos meter los pies".

"Sí, pero primero quiero darte algo"

Engfa estaba realmente sonrojada y nerviosa, hacía horas que tenía ese girasol detrás de ella, la castaña ya lo había notado, pero aún no le había dicho nada.

"¿Qué es?", preguntó con esa sonrisa, una sonrisa hermosa que le encantaba a la pelinegra.

"Es un girasol, es muy hermoso, como tú", se sonrojó más cuando sintió la mirada de la chica sobre ella.

"¡Es tan bonito y es mi favorito, gracias P'Fa!", sonrió con sus mejillas rojas ahora.

"De nada, gracias por aceptar venir aquí conmigo"

Las dos se sentaron a la orilla del río dejando que sus pies descalzos entraran al agua fría.

Engfa se había dado cuenta desde hace mucho que se había enamorado de Charlotte, no sabía como ni cuándo, pero era un sentimiento que cada vez crecían ella.

Recordaba su infancia, cuando eran pequeñas. Cuando ella solo tenía 7 años y corrían, jugaban, eso era amistad, pero todo eso cambió cuando ella fue creciendo, cuando fue experimentando, cuando se dio cuenta de que esos besos en la mejilla le hacían sentir cosas inexplicables, su cuerpo también estaba cambiando y ella iba cambiando cada vez más. Era diferente a las otras chicas, eso era obvio.

Lo bueno era que ella sabía, sabía lo que realmente sentía, estaba enamorada.

"Char, ¿sabes que esto nunca me ha pasado con ninguna chica?", continuó.

"¿Así que estás enamorada de una chica?", preguntó, curiosa por lo que decía la pelinegra.

Charlotte todavía la miraba fijamente... Ella también estaba pasando por lo mismo que Engfa, se estaba dando cuenta de que tal vez estaba seriamente enamorada de ella, ¿no? A veces se preguntaba si lo que estaba haciendo o sintiendo estaba mal, tal vez era demasiado tonta o demasiado joven para entenderlo.

"¿Qué estás queriendo decir P'Fa?", preguntó más interesada.

Engfa se quedó en silencio después de contarle algunas cosas que ella sentía con alguien.

Ella se arrepintió de repente. "Nada, nada... Creo que es una tontería", respondió entre risas nerviosas.

"¿Estás segura?"

"Sí, no sé... ¿podemos cambiar de conversación?", preguntó.

"Claro...", respondió con una media sonrisa.

"Char, ¿tú has querido besar a alguien, has querido enamorarte?", preguntó mientras miraba el agua.

Sí, gran cambio de conversación, ¿no es así Engfa?

"Por lo que he escuchado no es que tú quieras enamorarte, creo que eso pasa sin que tú lo quieras", explicó algo confusa la misma Charlotte.

"Entonces es muy complicado eso de enamorarte.... Y besar a alguien, ¿tú lo has hecho?", preguntó algo nerviosa.

"Si qué es complicado y no, no me he besado con nadie, yo quiero que uno de los príncipes que me contaba en los cuentos mi padre, llegué y me besé o no sé", rió.

"¿Un príncipe? guácala", hizo una mueca de desagrado.

Charlotte soltó unas cuantas carcajadas.

"No lo sé... Solo me gustaría que me besaran y que sea muy lindo", respondió con ilusión.

Engfa sonrió dulcemente mientras jugaba con sus dedos.

"¿Y-yy, si yo, yo, pudiera... puedo besarte?"

¿Por qué preguntó eso? Ambas se pusieron muy rojas, ahora.

"¡¿Tú?!"

El corazón de la castaña latía muy rápido, mucho más rápido que nunca.

"¿Por qué no?", respondió, temía que fuera obvio, su corazón latía rápido.

"Heee... Creo que estaría bien", murmuró nerviosamente, pero segura, o eso pensó.

"¡¿En serio?!", preguntó con ilusión y sorpresa.

"Eso creó... ¡Sí!"

La chica de cabello negro no perdió más tiempo y se acercó torpemente a la castaña que la miró con algo de miedo.

Engfa colocó lentamente su mano sobre el rostro de la chica frente a ella, le acarició suavemente la mejilla y los labios con uno de sus dedos. Ya estaban demasiado cerca, podían sentir su respiración mientras sus miradas se perdían entre ellas.

"¿Estás segura con lo que estamos haciendo?", preguntó la pelinegra con la respiración agitada y el corazón latiendo más rápido.

"No lo sé, pero me gusta", murmuró.

Se miraron a los ojos y Engfa tragó saliva.

"¿Quieres que pare?", susurró rozando sus labios dulce y torpemente.

Las dos sintieron mariposas y un cosquilleo tan mágico. La castaña sacudió rápidamente la cabeza y dejó que la pelinegra la besara completamente.

Juntaron sus labios en un beso lento, torpe y suave. No tenían prisa. Sus bocas realmente se movían en perfecta sincronía.

"Sabían que después de eso nada sería igual entre ellas"

Engfa se alejó y la miró, sus miradas seguían perdidas entre ellas. No sabían qué hacer ni qué decir. Así que fue Charlotte quien besó los labios de Engfa ahora.

Era su primera vez y el comienzo de muchos besos más...

𝐒𝐔𝐂𝐇 𝐀 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora