𝐒𝐔𝐂𝐇 𝐀 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄

¿Decepcionada?

Lo empujó con fuerza.

"¡Fuiste mi amigo y todo lo que hiciste fue darme dolor, sufrimiento y preocupaciones!", gritó cada vez más mientras seguía empujándolo. "Todo fue mentira para que me casara contigo, ¿De verdad?", lloró dolida. "¡Te odio!", gritó y él chico cayó de rodillas.

"Así no era como yo quería, no quería acusarte esto, lo juro, ¡todo lo que quería era que me amaras o lo hicieras alguna vez!" Gritó mirándola con lágrimas.

Win se arrodilló por completo ante ella.

Pero Charlotte no pudo soportarlo, estaba a punto de salir de la habitación, cuando se abrió la puerta. Era su madre quien rápidamente al ver lo sucedido la abrazó.

"¡¿Qué está pasando aquí?!", preguntó, totalmente sorprendida por lo que sus ojos estaban viendo.

Charlotte no podía dejar de llorar en sus brazos, mientras Win se quedaba allí tratando de averiguar qué hacer o qué decir.

Les dolía el corazón de una manera que nunca pensaron que lo haría.

"Lo siento, todo es culpa mía... Les he mentido durante mucho tiempo", confesó, bajando la mirada e inclinándose un poco ante la mujer.

La mujer que todavía abrazaba a su hija con fuerza, lo miró pero todavía no entendía nada.

"Lo siento, Char, espero que alguna vez me perdones por lo que estaba a punto de hacer y aunque lo hagas te juro que no podré perdonarme a mí mismo", esas fueron sus últimas palabras, el chico se fue dejando a la mujer aún más confundida.

Charlotte había escuchado esas palabras, pero ni siquiera lo miró, solo se aferraba con más fuerza a los brazos de su madre que no la soltaron.

"Cariño", susurró en voz baja mientras le acariciaba el pelo. "¿Qué pasó?", preguntó.

Charlotte no respondió, solo lloró más. La mujer estaba preocupada por su hija, trató de apartar su rostro con suavidad y finalmente se apartó un poco, sus miradas se encontraron.

"¿Te hizo algo? ¿Qué quiso decir con todo?", preguntó ahora, un poco más preocupada.

Charlotte se detuvo un poco, y su madre le dio un pañuelo para que limpiará sus lágrimas.

"Mamá, él mintió... Nos robó y nos engañó demasiado", soltó entre lágrimas, realmente dolía mucho. "Y trató de tomarme por la fuerza", lloró un poco más.

Su madre estaba atónita, no podía creerlo pero se sentía enojada y culpable. Sabía muy bien que parte de eso era su culpa, ya qué le insistió tanto a Win en que se casará con su hija, que cometieron errores imperdonables.

"Lo siento mucho por esto, hija, me siento tan culpable", admitió. "¿Estás segura de que no te hizo nada?", volvió a preguntar, besando la frente de su hija.

Charlotte también la miró con un poco de tristeza.

"¿Por qué, madre, por qué insistir tanto en él, cuando sabes perfectamente que no podía amarlo?", preguntó, un poco dolida con la actitud de su madre.

La mujer dejó caer un par de lágrimas.

"Sé que estuvo mal de mi parte insistir tanto, pero no quería ver a nuestra familia hundirse, no quería que tu papá viviera sus últimos años con preocupaciones, realmente pensé que estábamos en bancarrota, tenía mucho miedo de que muriera, pensé que si te casabas con él, serías feliz y así los dos con la ayuda de su familia, saldríamos poco a poco de deudas", confesó entre lágrimas. "Debería haberlo sabido, te juro que pagará por eso, no tenía derecho a querer tomarte a la fuerza... Hija mía, perdóname por hacerte daño", pidió tratando de ponerse de rodillas, pero Charlotte la detuvo.