Ella hablará conmigo primero...

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La conversación que Charlotte tuvo con Nessa quedó en nada, realmente la pelinegra desea sanar el corazón de su amiga. Pero ella no podía irse, así que Charlotte solo la consoló llevándola a dar un paseo, también le dijo que si quería irse y regresar a casa tenía derecho a hacerlo.

• • •

Por fin llegó la tarde y Charlotte aprovechó eso para salir a buscar a su novia.

Caminó un poco hasta llegar a una pequeña fuente de agua que estaba en ése lugar. A pocos pasos de eso estaba Engfa, levantando algunos sacos de cemento y aparentemente también plantas que tuvieron que ser trasladadas a este lugar en especial.

Charlotte no pudo evitar sonreír y morderse los labios con deseo, porque para ella esa vista, era completamente digna de quitarle el aliento a cualquiera.

Finalmente se acercó lo suficiente como para pararse y cruzar los brazos frente a la pelinegra, y está dándose cuenta de su preferencia sonrío quitándose su sombrero.

Sus corazones ahora revoloteaban en sus pechos.

"Hola, Nu", saludó, dejando todo atrás para tomar la cintura de su chica.

Pero Charlotte la detuvo antes de que sus manos pudieran tomarla, ella se había apresurado a alejarse un poco.

"No, no estás sudorosa y sucia", dijo seriamente.

Engfa la miró con tristeza y rápidamente hizo un puchero adorable que derritió por completo el corazón de Charlotte.

"¿En serio?" Preguntó con ternura, pero luego sonrió y también se alejó para volver a ponerse el sombrero negro. "¿Es eso un problema para ti, princesa?".

Sonrió con picardía mientras levantaba la ceja. Charlotte la miró mordiéndose los labios ligeramente y sonrió ampliamente mientras negaba.

"Por supuesto que no, solo quería ver tu reacción, cariño", se rió.

"Qué considerada...", dijo, tomando la mano de la castaña rápidamente para traerla hacía ella sin más.

Las manos de Engfa tomaron su cintura suavemente. Ahora sus cuerpos estaban juntos y sus corazones no dejaban de latir con rapidez.

"Lo sé", respondió jadeando.

Charlotte miró por todas partes antes de volver a concentrarse en esos ojos marrones que la miraban sin pestañear.

No había nadie que los estuviera mirando aunque si había gente a lo lejos no le importaba.

"Qué hermosa te ves con este vestido, te extraño mucho", dijo la pelinegra esta vez llevando su mano al hermoso rostro de su novia.

"Gracias, también estas guapa, te extrañé", respondió Charlotte disfrutando de las caricias y el calor de sus cuerpos juntos.

Engfa sonrió, rápidamente tiró del rostro de Charlotte y la besó suavemente.

Una y otra vez sus labios se juntaron en besos suaves y largos como si no tuvieran suficiente de sus bocas. Charlotte se alejó un poco cuando sintió que esas manos suaves viajaban más lejos.

"Suficiente, Waraha", susurró con sus labios ligeramente hinchados. "Nos van a ver"

"No importa", respondió para besarla de nuevo.

Charlotte se rió dulcemente, para recibir tres besos más, esta vez fueron cortos y rápidos. Cuando Engfa no dejó de besarla y en su lugar fue directamente a su barbilla, cuello y hombros.

Charlotte jadeo con una sonrisa en sus labios, pero la empujó un poco.

"Ayer no llegaste, tenía que decirte algo, algo muy serio", dijo antes de que Engfa siguiera besándola y aunque realmente lo amaba necesitaba contarle lo que pasó con su padre.

𝐒𝐔𝐂𝐇 𝐀 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora