Besos dulces...

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Hablar fue bueno, ahora estaban más felices y tranquilas, no había duda de que era una gran oportunidad para ambas, para que pudieran amarse de nuevo y con más intensidad, ahora tal vez libremente.

No podrían haberse quedado mucho tiempo hablando, aunque lo quisieran, pero disfrutaron un poco de su compañía, disfrutaron. Un poco, estando en sus brazos y probando sus labios una vez más.

...

"¿En serio?", preguntó Engfa. De verdad estaba interesada en lo que estaba haciendo hoy, su chica de ojos color marrón.

"Siii", suspiró la mujer algo ocupada.

"Qué raro, no la vi de camino a casa... Supongo que tomó otro camino..." Ella pensó y lo dijo. "¿Estaba acompañada?"

"¿Por qué tantas preguntas?"

La miró con curiosidad a la mujer.

"Nada, solo quiero saber", respondió con nervios.

"Mmh... Sí, salió con su amiga, la Srta. Nessa"

Engfa sonrió tranquilamente.

"Está bien, gracias, tengo que ir a trabajar ahora"

"Que la pases bien", sonrió la mujer.

Linda continuó con sus cosas, mientras que por otro lado la pelinegra, estuvo a punto de irse, pero se detuvo.

"Una cosa más Linda ¿tienes lápiz y papel?", preguntó con ilusión.

"En el cajón", señaló mientras picaba cebolla y chile.

La chica de pelo negro tomó el papel y comenzó a escribir algo. Pensó que sería una buena idea dejar una nota para Charlotte diciéndole que la buscara por la tarde.

Engfa realmente la necesitaba cerca, no podía dejarla sola, especialmente ahora que había regresado.

"Linda, puedes darle esta nota a la señorita Austin o a la señorita Nessa... Por favor", pidió amablemente.

"¿No me meteré en ningún problema por esto?", preguntó algo preocupada, ya qué la actitud de la chica la hizo dudar.

"No, te lo aseguro", mostró una sonrisa tranquilizadora.

"Bueno, no te preocupes, se lo entregaré", respondió con amabilidad.

"Gracias, eres la mejor"

La abrazó con fuerza y luego corrió por el pasillo. La mujer vio eso y sacudió la cabeza mientras me reía.

...

La mañana transcurrió tranquila y llena de actividades para las visitas.

Charlotte y Nessa pasaron alejadas de su amigo Win, mientras disfrutaban de un baño en la piscina y recorrían los establos, en otros lados de la Hacienda. Win pasó hablando con el capataz y con los padres de la pelinegra, él también estaba recorriendo la hacienda, pero en partes diferentes a las chicas.

Linda, la cocinera, se había olvidado por completo de entregarle el papel a Charlotte por la mañana, así que no perdió más tiempo cuando recordó eso.

𝐒𝐔𝐂𝐇 𝐀 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora