Las estrellas y la luna

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Había una sábana en el suelo, llena de mucha comida muy bien aguardada para la cena y alrededor, muy en fondo se podía ver el comienzo de la puesta de sol.

El lugar que eligió Chompu, era una colina llena de vida, pero también algo clara.

El lugar era perfecto para ellas.

"Llegamos en un buen momento", declaró Nessa suavemente, sosteniendo la mano de Chompu para que ambas pudieran sentarse en la sabana.

"He visto esto muchas veces, pero ahora, por alguna razón, se siente único y especial", murmuró Nessa mientras continuaba viendo la puesta de sol.

"¿Por qué lo dices?", preguntó ilusionada.

Ambas se sentaron una al lado de la otra y rápidamente los brazos de Chompu la rodearon suavemente.

"Sé siente único, porque estoy contigo", admitió con una dulce sonrisa.

"¿Te gusta, de verdad?", preguntó ahora emocionada, su corazón latía rápido.

Chompu asintió, estaba tan feliz mirando todo, sus ojos brillaban de nuevo y está vez por Nessa.

"Esto también es genial para mí... porque eres lo que esperé y busqué", susurró.

"Es hermoso, gracias de verdad, bonita", respondió Chompu.

Nessa besó su mejilla y luego continuaron abrazándose, mientras observaban la puesta de sol con adoración.

"De nada, gracias a ti", susurró, dejándola apoyarse más en su hombro.

La castaña besó la cabeza de Chompu y luego comenzaron a hablar de todo y al mismo tiempo de nada.

Después de un rato acostadas allí, se dieron cuenta de que era hora de cenar, realmente la castaña estaba muy hambrienta, ya que su estómago comenzó a gruñir un poco.

La noche ya había caído y el lugar estaba oscuro.

"¿Creo que alguien tiene mucha hambre?", se rió dulcemente la pelinegra.

Nessa sonrió con sus mejillas rojas y se levantó para aprender algunas velas.

"La verdad es que podría comerte", dijo descaradamente, observando cómo Chompu la ayudaba a arreglar todo.

"Hazlo", respondió ella, sorprendiéndola.

El lugar pronto tuvo suficiente luz para comenzar a comer.

Entonces, cuando Nessa escuchó eso, aparentemente se volvió tímida, porque solo la miró y se rió nerviosamente. Chompu encontró eso tan atractivo, que no había más dudas para ella, realmente se estaba muriendo de amor por esa adorable castaña.

Así fue, Chompu no lo pensó mucho, se arrojó encima de Nessa atacando sus labios y luego llevando esos labios suaves a ése cuello, haciéndola soltar pequeños jadeos.

La castaña colocó tontamente sus manos en la cintura de la pelinegra sobre ella.

Tenían las mejillas rojas, no podían parar ahora que comenzaron. Y luego, después de un rato, Chompu no pudo dejar de atacar los labios de la chica debajo de ella, como si tuviera ganas de comerla, pero con besos y caricias.

Tuvieron que parar, fue una lástima. ellas no querían pero tenían qué, y todo porque el sonido del estómago de Nessa interrumpió su momento apasionado.

Cuando se alejaron un poco, se rieron de lo sucedido y Nessa se disculpó, avergonzada.

Sus labios estaban hinchados, pero aún así Chompu la besó de nuevo, pero esta vez fue solo un beso rápido y tierno.

𝐒𝐔𝐂𝐇 𝐀 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora