Solo abrázame, no me sueltes...

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Charlotte se sentía mucho mejor ahora que había hablado con su padre. Ahora lo cuidaría, sabía que tendría a su padre por mucho tiempo, pero eso no quita que él estaba en peligro todavía, tenía miedo de pensar eso.

Volvió a caminar en silencio, pensando en muchas cosas y en nada a la vez. Su corazón en el fondo seguía hundiéndose más y más profundo, luego alguien habló llamando su atención, y su tacto la hizo girar.

"¡Char! ¡¿Dónde estabas, me asustaste?!"

Win gritó abrazándola fuertemente contra él. Ella lo miró por un momento, pero aceptó el abrazo que terminó rápidamente.

"Mi padre está enfermo... Win", susurró mirándolo a los ojos.

Él chico parpadeó rápidamente y volvió a tomar su mano.

"Lo siento mucho, linda" Como si eso ayudaría de algo, él trató de sonreírle.

"No quiero que muera", admitió con lágrimas.

"Oye", dijo, tomando el rostro de la pelinegra en sus manos. "No digas eso, conseguí al mejor médico de la ciudad, estará bien", dijo ahora, acariciando sus mejillas.

Charlotte sonrío de medio lado.

"¿Lo trajiste?" Preguntó.

"Sí, mucho antes de que llegáramos aquí, para ser exactos"

Ella lo miró con expresión de confusión.

"¡¿Qué?! ¿tú, lo sabías?"

Gritó, empujándolo.

"Sabía que estaba mal esconderlo, pero tus padres me lo pidieron Char, sé que estuvo mal y es horrible, pero las personas cuando amaban no pueden ver sufrir a sus seres queridos, incluso si tarde y temprano lo hacen, no me culpes, no me odies por amarte... Lo siento, de verdad", susurró mientras le dolía el corazón.

Charlotte lo entendió con rapidez, pero también lo odio un poco.

Ella estaba tan equivocada con Win, él fue quien les pidió que vinieran aquí en primer lugar, fue él, solo él fue quien la obligó, porque, para ser honestos, ella no quería hacerlo al principio y todo porque tenía miedo.

"Está bien, no te odio por ello pero..."

Él suspiró.

"Bueno, gracias por no odiarme, no digas más, entiendo y entenderé también si quieres alejarte más de mí"

"No me iré más, Win, pero por favor... Dime, dime la verdad, sé que me ocultan algo más".

Win inclinó la cabeza. Entonces Charlotte sintió otra vez esa impotencia.

"¿Ves? ¡¡Me esconden más cosas!!", gritó desesperada, estaba tan cansada de la situación.

Comenzó a llorar de nuevo, se sintió tan frustrada, enojada e impotente. Él nuevamente rodeó el rostro de la castaña con sus manos.

"Quiero que estés bien, necesito que lo estés", susurró.

"Por favor, dime, si no me volveré loca", suplicó mientras lloraba.

𝐒𝐔𝐂𝐇 𝐀 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora