"¡Tengo sueño!"

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❝Dos días después...❞

Engfa finalmente había terminado de trabajar, eran alrededor de las 6:30 p.m. Había pasado todo el día plantando y pastoreando el ganado.


Últimamente han tenido mucho trabajo, ya que ahora todo volvió ir con normalidad en la hacienda, después de todo el dinero que tuvieron que recuperar, finalmente pudieron volver a comprar el ganado y más.

• • •

La pelinegra regresaba a la hacienda cuando en el caminó se encontró con Chompu, por lo que ambas comenzaron a hablar un poco de todo, mientras se acercaban a la casa principal.

"¿Cómo te sientes sobre eso?", preguntó Chompu con una sonrisa cálida.

"¿El qué?", preguntó la pelinegra con suavidad y una sonrisa en sus labios.

"El saber que finalmente te vas a casar con Charlotte", respondió divertida..

Engfa sonrío aún más, sintiendo su corazón acelerado.

"¡¡Se siente increíble!!", gritó mordiendo sus labios ante la emoción. "Todavía se siente irreal, qué sus padres me hayan aceptado", susurró esta vez borrando un poco su sonrisa.

La pelinegra de flequillo qué caminaba a su lado, la miró y lo noto su cambió rápidamente.

"¿Qué pasa?", preguntó ahora con curiosidad.

"Es Plaifa, ella todavía no lo acepta. ¿Cómo puedo seguir pensando que mi Charlotte me hará daño?", preguntó sin comprender.

Chompu suspiro, comprendiendo la situación.

"Bueno, ¿por qué no vuelves a hablar con ella?", preguntó o sugirió.

"¿Habrá alguna diferencia?", se preguntó en voz alta con algo de tristeza.

"Tus padres están felices Engfa eso es lo que importa, ella simplemente está en negación, tal vez logré aceptarlo pronto", respondió dandole aliento.

"Eso, espero", susurró.

Por fin habían llegado a la casa principal por lo que Engfa se despidió con rapidez.

"¡Te dejó! Iré a buscar a mi futura esposa", sonrió con emoción.

Chompu también se mostró emocionada y sonrió.

"Y yo iré a buscar a mi bonita", respondió ella con adoración mientras se alejaban la una de la otra.

Engfa entró en la casa y mientras caminaba por los pasillos encontró a su padre hablando con su suegro. Los saludó y los dejó solos para continuar su camino hacia la habitación de su prometida.

Cuando llegó, se detuvo poco antes de abrir la puerta, para escuchar unas voces que reconoció de inmediato.

Obviamente podía oír a su castaña y también a otra persona, que era su madre. Sonrió de inmediato, mientras miraba a través de un pequeño espacio en la puerta.

Su madre estaba midiendo algunas telas y vestidos para su castaña. Charlotte realmente se veía tan hermosa con esa tela encima, a pesar de que todavía no estaba terminando el vestido.

𝐒𝐔𝐂𝐇 𝐀 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora