Buscarte

Capítulo #20: Prometo amarte

(1 mes después)
Adriano

He aprendido que la vida siempre busca la manera de recompensar el daño y el dolor. Incluso cuando creas que todo está perdido, cuando en tu interior sientes que has tocado fondo, solo debes mantener la esperanza de que un día, sin importar cuánto tarde, la felicidad eterna tocará tu puerta.Si tienes dudas sobre esto, solo debes tomar mi ejemplo. Una infancia cargada de dolor, la pérdida de mis padres, la traición sin escrúpulos de Genevieve, descubrir que el hombre al que admiré toda la vida era, en efecto, el culpable de todo mi sufrimiento. Luego me separé de la única persona que me brindó un poco de paz en un momento en que solo veía oscuridad y desesperación a mi alrededor. A pesar de todo esto, estoy aquí, luego de despertar de una accidente que casi acaba con mi vida, a punto de cumplir un sueño más junto a mi alma gemela, la que ha estado en todo momento y ha tenido esta brillante idea.

—Bienvenidos sean todos a esta exposición de arte en honor a Antoine Coppola. Un gran artista que debe ser recordado por todos—concluyo y estallan los aplausos.

Camille me ayuda a cortar el lazo de la entrada y todos los visitantes se unen al local donde se realizará la exposición. Trasladé todos los cuadros que encontré en el garaje de Chevalier, los cuadros de mi padre, para que estos sean mostrados al mundo.Esta exposición me trae satisfactorios recuerdos sobre el día en que conocí a Camille. Pues mientras doy un sorbo a mi copa de vino, observo en silencio y desde la distancia a mi chica, tan hermosa como aquel día, mientras analiza a fondo uno de los tantos cuadros. En aquel momento me cautivó la luz que desprendía, su brillante aura me atrajo a ella cómo un imán y ni pude evitar acercarme a ella, justo como ahora.

—Creo que este cuadro no es tan horrible como lo fue el mío—bromeo haciendo referencia al pasado y me coloco a su lado. Ella solo me observa y sonríe un poco antes de volver a mirarlo, analizando su respuesta.

—Claro que no, su autor no estaba borracho—me pincha y yo río con ganas antes de abrazarla con fuerza.

—Gracias—suspiro de alivio al oler su cabello, sintiendo que me he quitado un peso de encima.

Ella se aleja para mirarme a los ojos, provocando exactamente las mismas sensaciones que la primera vez. La sensación de desnudarme hasta el alma con su mirada.

—¿Por qué?—pregunta con curiosidad.

—Por esto—le indico y miro a mi alrededor a los cientos de personas en el salón—. Siento que ahora podré dejar todo atrás.

Camille sonríe, satisfecha con lo que digo, también lo estoy. Toda mi vida he tenido clavada en el pecho las dudas sobre lo que ocurrió con mis padres, pero ahora puedo vivir tranquilo y encontrar la paz que me gusta pensar que ellos han encontrado en el descanso eterno.

—Es momento de pensar en el futuro—añade y coloco mi mano en su vientre, con una estúpida sonrisa en el rostro.

—En ese futuro, espero no tener que competir con este bebé por tu amor—bromeo y ella se ríe con ganas.

—Creo que el bebé será más de Juliette, está ansiosa porque nazca su sobrino—me recuerda y busco a Juliette con la mirada por el salón.

La encuentro dándole una reprimenda a Giovanni, el pobre, la mira con cara de miedo y me provoca un poco de risa, solía ser así conmigo también y recuerdo claramente el miedo que puede llegar a provocar.

—Mejor que esté siempre con nosotros, el niño puede quedar traumatizado si pasa mucho tiempo con ella—digo muy en serio.

—O niña—me recuerda y la idea me parece igual de placentera.

—Si es tan guapa como su madre tendremos problemas cuando empiecen a aparecer novios—la pincho y me acerco para dejar un beso en sus dulces labios.

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