todo por aquel viaje [FINALIZADO]

12

Tara

Y mes y medio después Lili y yo nos encontramos en el aeropuerto de Madrid para irnos a Las Vegas. Había tenido muchas ganas de verla porque desde entonces habíamos estado hablando mucho por móvil.

-TARAAAA -me abraza al verme en las puertas de embarque.

-Mi morenita -la abracé con efusividad. Esta chica era realmente una amor.

-Qué guapa estás.

-Y tú también.

-¿Vamos? -sonríe-. Nos están llamando.

Asentí y ambas nos metimos en el vuelo. Nos metimos en el avión, tuvimos la suerte de coger el asiento al lado. Creo que tanto ella como yo teníamos ganas de ver a nuestros chicos, y a los demás, claro.

-Bua, Las Vegas.

-Ahí se casa la gente vestida de Elvis Presley... -se ríe.

-Es verdad -río con ella.

-Cincuenta pavos y lo haces con Daniel.

-Nooo -reí a carcajadas fuertes.

-CIEN.

-Estás loca.

-Mucho.

Una hora más tarde ambas nos dormimos hasta que el avión aterrizó en Estados Unidos.

-Eoooo, despierta -me asusta Lili.

-¡Nos caemos! -miro a mi alrededor hasta enfocar a Lili partiéndose el culo-. Hostia... cabrona.

-QUÉ CARA HAS PUESTO.

Suspiré y le miré divertida. Salimos del aeropuerto, hicimos todo el follón de las maletas y llamamos a Adri para que nos ayudara. Lo que íbamos a hacer era esperar en la puerta de la habitación de todos y tocar, lo que Adri les haría creer que éramos el servicio de habitaciones.

-Ta' ocupao' -dice Borja con la voz más siniestra y lúgubre del mundo cuando le tocamos la puerta.

Ambas sonreímos y volvimos a tocar a la puerta.

-¡Abrid, coño! -se oyó a Adri.

-¿Y tú? -abren.

-Holaaa -dijimos las dos.

-TARAAAA -me abraza Plex. Borja va directo a su chica, claramente. Pero no me centré en ellos, solo en el hombre que estaba entre mis brazos ahora mismo-. Hola, canija -me mira sonriendo de oreja a oreja.

-Hola, guapo.

-Te he echado de menos.

-Y yo a ti.

Me besó, y fue un buen beso.

-Cuidao, que follan.

Les saqué el dedo.

-Mi padre va a venir -suspiré.

-¿Viene Frank? VAMOOOS.

-¿Cómo que vamos? Quería privacidad, Hace mes y medio que no lo veo.

-Privacidad tendremos, no sabe dónde tenemos la habitación.

-Genial -sonreí. Las ganas que tenía de él eran enormes. Él me mira y se pasa la lengua por los labios, lo sabe-. ¿Y ahora qué hacemos?

-Nos íbamos a dar una vuelta, a apostar.

-¿Os importa si me quedo descansando?

-Qué va.

-Me quedo contigo -dice mi novio. Le sonrío y asiento. Vaya que quiero que esté conmigo.

-Bueeeno, nosotros nos vamos.

Nos despedimos y nosotros dos vamos a la habitación que están usando. Él se tira a la cama de espaldas y me llama con sus manos. Dejo mi bolso en el suelo y me voy directamente a su lado. Me sienta sobre él y pone sus enormes manos en mis muslos, sonriendo.

-Tenía muchas ganas de estar contigo.

-Yo también. Muchísimas...

-Y también tenía ganas de otra cosa -acaricio su pecho a la vez que hablo.

-¿Sí? -sonríe.

-Ajam.

-Adelante, canija.

Lo miro y me subo sobre sus rodillas y miro su pantalón. Nunca he hecho esto. Él me va guiando, mis manos son llevadas por las suyas por donde tienen que ir. Y luego, me deja a mí. Que vaya a mi tiempo, que lo conozca, lo mime, lo toque. Él me va dando besitos en el proceso.

-Si no te gusta... dímelo.

-Me gusta, tú sigue... -jadea.

Decido dar un paso más y me la introduzco en la boca. Él ahoga un gemido y me deja hacerlo. Marcándome un compás que yo sigo como puedo. Lo noto vibrar bajo mi cuerpo y como siento que su orgasmo está llegando. Me siento bien sabiendo que le gusta. Y noto su sabor en mi boca. Dios... Lo miro, y está sonriendo mientras su pecho baja y sube.

-Me encanta tu boca.

-Me encantas tú.

-También... -sonríe. Sonrío yo también. Sentía que cada día que pasaba lo que sentía por él aumentaba-. Tienes la sonrisa más bonita que vi en mi vida...

-Danniii...

-¿Qué? Es verdad.

-Te quiero -lo abrazo.

-Te amo -me susurra.

-Dani.

-Dime, canija.

-Follame.

Se enrojeció, pero no tardó en obedecer. Iba quitándome la ropa, hasta que decidió meterla hasta el fondo. Guau... no me acordaba de lo bien que sentía tenerlo así. Tan mío. Me hacía suya de la manera que quería.

-Eres increíble -lo miro.

-Tú lo eres...

Me dio una fuerte estocada.

-Oh, joder...

Hizo lo mismo un par de veces más, no sé cómo era que se movía así. Pero Dios...

-Dani... -jadeé extasiada.

-Tara, joder...

Oír mi nombre de su boca de esa manera me provocó mil cosas.

-Estas muy guapa desde mi perspectiva.

-Haz que me corra, Dani.

Y tras poner una mano en mi clítoris, se puso a moverse rápidamente. Sentí mi cuerpo arquearse por el placer. Supe desde que me tocó que el clítoris era mi punto débil. Me corrí. Dios...

-Joder.

-Estás temblando.

-Normal.

-¡HOLAAA!

Mierda. Los chicos. En la habitación. Yo, desnuda.

-SE TOCA A LA PUTA PUERTA.

-Joder -me tapo.

Ellos salen rápidamente.