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Tara

Después de que nos dejaran vestirnos, los gilipollas de sus amigos entraron.

-Perdón.

-Joder, que casi me veis el alma.

-Ninguno ha visto nada.

-Okey.

-Tocad a la puerta a la próxima -suspira Plex.

-Sí, sí, perdonad.

-¿Vais a seguir?

-Íbamos.

-Vaaale, adioos -ellos cogen y se vuelven a ir.

-Genial.

-Sí...

Con él estaba experimentado miles de cosas y sensaciones. Era mi primera vez en todo.

Y rápidamente me destapé y me fui a su regazo. Él estaba sentado con la espalda puesta en el cabecero, expectante a cada uno de mis movimientos. Sus manos fueron a mis nalgas y me las apretó pegándome más a él, sintiendo la penetración más intensa que nunca.

-Me vas a volver loco...

-A mí ya me tienes loca, Plex.

Su boca fue a mis pechos dándoles la atención que me derretía. Que me hacía vibrar. Se dispuso a tocar mi cuerpo con total libertad. Cuando nuestros orgasmos estaban a nada de llegar, la puerta volvió a abrirse. Mira... me iba a cagar en su puta madre. Me pegué a Plex para por lo menos tapar mis pechos y que solo se viera mi espalda. Él nos tapó con la sábana tapando nuestras partes bajas, bueno, que poco se veía, mi culo y con suerte, pero mejor prevenir.

-¿Qué queréis? Me tenéis hasta la polla.

-Nos hemos dejado la cartera -oí la voz de Adri a mis espaldas.

-Pues tira y vete cagando leches.

-Amargado.

-¿Amargado? ¿A qué cojo y entro yo cuando estás haciendo cosas con tus rollos?

-¡QUE TE PIRES! -alcé la voz, ya harta.

Y se fue. Plex decidió cerrar con llave.

-Joder.

-Sigamos...

Rodeé su cuello y volví a balancear mi cadera sobre él. Él me besó, y me besó de la forma más fogosa que pudo. Ambos estábamos embriagados de un placer máximo.

-Más rápido.

Lo que hice fue soltar su cuello y dejar mis manos en sus rodillas echando mi cuerpo hacia atrás moviendo mi cadera de arriba abajo. La mano de Plex viajó por mi vientre subiendo hasta mi pecho. Y luego ambas estaban manoseando mi pecho y jugando con mis pezones. Mi boca entre abierta escupiendo gemido tras gemido, mi cuerpo temblando. Quería mi orgasmo, hasta que una de sus manos bajó hasta mi clítoris, toqueteandolo.

-Me corro.

Siguió igualmente. Y exploté en mi querido orgasmo. Hostia, por fin. Poco después el empezó a palpitar, estaba llegando. Moví un poco más mis caderas, y ahí estuvo. Noté que mi vagina se desbordaba y sacaba su semen de ella.

-Bua...

-En cuanto recuperes el aliento... Quiero una segunda ronda.

-Vale -suspiro y me separó de él.

Me dejó un par de besos en la cara. Sonreí. Cada día me daba cuenta que estaba en camino de enamorarme de él.

-¿Estás bien?

-Mucho.

-Genial.

-¿Tú?

-Mejor que nunca...

Sonreí. Era más mono...

-Guapa.

-Feoo.

-Gracias.

-Nada, hombre.

Me sonríe, y luego se quita la camiseta.

-Ya podemos abrir la puerta, ¿no?

-He dicho que quería segunda ronda.

-Ya... pero yo había pensado hacerlo en la ducha.

-Hecho.

-Abre anda.

Abrió y ambos nos fuimos al baño. Allí nos desnudamos de nuevo, note su mirada por todo mi cuerpo. Me rodeó con sus brazos rápidamente y me subió al lavamanos con una mirada llena de lujuria. Este hombre iba a volverme loca de remate.

-Quiero hacerte el amor.

-Házmelo.

Pero cuando va a penetrarme, la puerta se abre y vuelve a aparecer Adri, quien se queda absorto en mi cuerpo, y yo rápidamente me tapo con una toalla mirándolo como el culo.

-Mira... Mira, te juro que no te pego porque eres mi amigo.

-¿¡Que coño miras!? ¡Largo!

¿Qué coño le pasaba a este hombre? Él sin decir nada se piró.

-Por diooos.

-Mira, da igual. Luego habló con él.

-Ya me ha cortado el rollo -bajo del lavamanos.

-Bueno...

Me visto y salgo del baño y de la habitación.

todo por aquel viaje [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora